El RETAbet empieza a perfilar su proyecto ACB con la renovación de Lammers

El conjunto bilbaíno ha atado al joven pívot hasta 2021 y de paso ha dado una alegría a Mumbrú, quien sabe que seguirá teniendo a sus órdenes a una joya que aún está por pulir. En su primera experiencia en Europa, recién salido del cascarón, Lammers se ha convertido en una de las sensaciones de la LEB Oro y ahora deberá dar otro paso al frente para adaptarse a la exigencia de la Liga Endesa. En cualquier caso, el club ha apostado decididamente por el estadounidense y ha mandado un mensaje claro a su gente de que va a por todas y que no va a renunciar el espectáculo en la élite. El propio Mumbrú avanzó que mantendría a sus órdenes a varios jugadores con los que ha logrado retornar a la ACB y el primero en ser renovado ha sido el jugón texano. Un par de campañas más vestido de negro.

No sorprende en absoluto la prisa que se han dado los gestores del Bilbao Basket en asegurarse la continuidad de Lammers. Poco expresivo y letal en la ejecución, contundente bajo los aros e inabarcable en las alturas, el americano ha sido uno de los jugadores más destacados y con más peso en el año del retorno a la élite. En la fase regular, el pívot ha promediado 10 puntos, seis rebotes y dos tapones para un total de 16 de valoración. Números contundentes para un 'rookie', aunque sea en la división de plata. En los play-off prácticamente ha calcado estas cifras y hasta ha subido la media de capturas a siete. Mumbrú le ha tenido más de 20 minutos en la pista (21,1) y su porcentaje de los tiros de campo es del 65%. No hay ninguna duda de que ha tirado la puerta abajo y que en octubre le espera el desafío de agrandar su figura en una competición que nada tiene que ver con la que acaba de abandonar.

El texano ha dejado muchas jugadas para el recuerdo y una de ellas, tal vez la más significativa de lo que es capaz de hacer, es un mate en alley-oop de espaldas al aro contra el Lleida. Aquel día, el pabellón entero se puso de pie y le aplaudió. ¿Su reacción? Ponerse rojo. Pero bajo la capa de la timidez se encuentra un hombre ambicioso y que disfruta con los duelos en la cancha, con su dureza y lo que representan. «No soy un jugador de apariencia caliente ni me pongo nervioso», dijo en una entrevista con este periódico. Y habló de lo que supone poner un tapón. «Te sientes genial. Es de los mejores momentos del juego. Y luego es casi más divertido cuando vuelve (el rival) en otra acción llevando la bola y ni intenta acercarse a ti».

Lammers continuará en Miribilla -«me encanta nuestra cancha- y surcará los cielos de un pabellón que ha disfrutado sobremanera de su conexión con Salgado. «Javi es alucinante. Imagino que no será igual de rápido que hace 20 años, pero te pone la pelota donde la deseas. Son pases de gloria. Es muy fácil conectar con él. Se las sabe todas, ve las líneas de pase casi sin mirar y además es un tío genial fuera de la pista». ¿Volverán a asociarse el base y el pívot en la ACB? Dependerá de lo que decida el 'crack' de Santutxu, pero de momento lo que está firmado es la renovación de un joven de 23 años que invita a ilusionarse con el nuevo proyecto del Bilbao Basket.