Distintos tiempos, misma ilusión
Rafa Pueyo y Alberto Ibeas recuerdan los precedentes coperos del Bilbao Basket en la LEB Oro
J.M. CORTIZAS
Martes, 5 de febrero 2019, 17:44
Fueron otros tiempos, distintas vivencias. 2003 y 2004, años de inicio, de búsqueda del camino para llegar a lo más alto del baloncesto nacional. ... Un Bilbao Basket aún en periodo de lactancia, de la mano de Txus Vidorreta, se estrenaba en la LEB Oro y en los dos cursos que permaneció en ella disputó la Copa Príncipe. Hay tres caras reconocibles de aquellas fotos. En el banquillo aparecen el actual coordinador general de la franquicia, Alberto Ibeas, y el director deportivo, Rafa Pueyo. Ambos daban la cobertura técnica como asistentes al preparador de Indautxu. Sobre el parqué, un casi irreconocible Javi Salgado, manejando ya la batuta del equipo.
Dos antecedentes del torneo del k.o. en su versión de plata. El primero llevó a los entonces rojillos hasta Inca (Mallorca). Ganaron la semifinal (66-71), en formato Final Four, al anfitrión, un Drac que contaba en sus filas con posteriores viejos conocidos como Bulfoni, Alzamora o Leo Gutiérrez. Partido pitado por los posteriores árbitros ACB Pérez Niz y Cortés, en el que Salgado, Quintana, Poag, Isma Torres y Splitter componían el cinco inicial, y Txemi Urtasun fue el comodín para los de La Casilla. La gran final, el 3 de febrero de 2003, les cruzó con un temible Tenerife a las órdenes de Paco García. Sin duda los chicharreros contaban con el mejor elenco interior, formado por Venson Hamilton y Sitapha Savané. Derrota (70-55). Fue el mismo fin de semana en el que el mundo enmudeció con el accidente del transbordador Columbia que se cobró la vida de sus siete tripulantes.
El segundo intento también resultó infructuoso, aunque unos meses después fuera el Bilbao Basket el campeón de liga y acreedor del ascenso a ACB. También la primera semana de febrero, distinto escenario. Aquella vez el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. El CAI anfitrión fue su adversario y un arbitraje polémico con prórroga en el lote privó al Bilbao Basket de la heroicidad (98-92). Salgado, Howard, Lucho Fernández, Jorge García y Sallier formaron en el quinteto de inicio y acabaron teniendo sus minutos además Maluenda, Patrik y Uriz.
La de esta semana es otra película, cierto. Pero todos los actores confluyen en una idea, en la exigencia del máximo respeto para la competición. Los hombres de negro están en LEB Oro y la Copa Princesa es un título que tienen a su alcance. «Si nos hubieran dado cera de no habernos clasificado es de justicia que se reconozca el mérito de luchar por este título», se insta desde el club.
Scoutings con VHS
Rafa Pueyo necesita refrescar la memoria para recordar cómo eran aquellas competiciones. Y se arranca hablando de su entonces jefe, Txus Vidorreta. «En esas competiciones cortas era muy minucioso. Cambiaba jugadas y hasta las marcas (nombres) de varias jugadas. Y siempre había alguna defensa especial que nunca habíamos enseñado, a la espera de causar sorpresa». El director deportivo del RETAbet prefería el formato de Final Four respecto al actual partido único. «Aunque esto demuestra que es más difícil llegar porque solo hay sitio para dos y nosotros lo conseguimos por el average».
No puede olvidar cómo han cambiado los tiempos. Por ejemplo, en el trabajo de scouting de los asistentes. En aquellos años, él y Alberto Ibeas se dejaban las pestañas montando los vídeos. «Era en formato VHS, trabajábamos con dos aparatos y el proceso era bastante lento y laborioso», recuerda.
Han pasado 15 y 16 años de los dos intentos fallidos por coronar la Copa LEB. Ibeas se queda con que «jugábamos sin presión. En la primera Copa de Inca éramos recién ascendidos, teníamos un buen equipo y ninguna sensación de estar obligados a ganar nada. Teníamos todo por descubrir. Lo pasábamos bien, todo el mundo sonreía y trabajábamos de sol a sol. Lo mismo hacíamos scouting que vendíamos entradas. Y no se nos puede olvidar el equipazo que tenía el CAI con Hamilton y Savané en sus filas». De la experiencia aragonesa, el coordinador general rescata «un ambiente que influyó al final en el arbitraje. De haber sido el partido en otro lugar hubiéramos avanzado a la final. Pero ya demostramos que éramos un grupo ganador. Disfrutábamos mucho, éramos muy competitivos y, sobre todo, recuerdo que Javi Salgado estaba en un momento brutal. Hacía lo que quería. Fueron tiempos muy agradables», concluye.
Pueyo recoge el rebote para confirmar que la Copa Princesa es «un título que el club no tiene y nos haría mucha ilusión conquistar, además del premio que lleva para entrar como segundos en los play-off llegado el caso». Y sonríe al ver las fotos de Salgado en acción quince años atrás. «Javi tiene mucho mérito. Fue fundamental para llegar a la ACB y ahora nos ayuda para intentar volver. Y sé que quiere resarcirse tras aquellas dos Copas no ganadas y quiere levantar esta en Sevilla».
La final, en corto
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Quedan plazas para el viaje de la afición. El RETAbet baraja que unos cien seguidores se desplazarán este fin de semana a Sevilla a tenor de la venta de entradas. El club recuerda que quedan plazas para el viaje que organiza para la afición. Con un precio de 100 euros incluye el traslado en bus y la noche del sábado en un hotel de la ciudad hispalense. El precio de las entradas es de 15 euros. La ida se realizará durante la madrugada del viernes al sábado y el regreso el domingo por la mañana.
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Todo derrotas con los árbitros del sábado. El RETAbet no conoce la victoria este curso con los árbitros designados para la final de la Copa Princesa. Con García León, principal, perdió en casa ante el Huesca y a domicilio en Palencia; con Joaquín García González en el trío dobló la rodilla en Miribilla ante el Araberri; y siendo dirigido por Paula Lema también cayó en el Bilbao Arena contra el filial del Barcelona. El comisario será Miguel Ángel Palenzuela.
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