El Bilbao Basket sigue remando por el octavo puesto

El Bilbao Basket medía su fortaleza mental hoy en Miribilla. De nuevo en el noveno cajón después de la derrota contra Río Natura y conocedores de la victoria del UCAM hoy, los de Sito Alonso tienen una obligación, y es triple. Ganar todos los partidos que quedan. En Miribilla la esperanza sigue viva gracias al triunfo de este miércoles que, como siempre, no ha estado exento de emociones evitables. Una primera mitad de partido nada brillante pero plácida, para casi dar la vida al Manresa al principio de la segunda mitad. Esta vez, los hombres de negro mantuvieron el tipo y la compostura para no dejarse llevar y atar un triunfo claro que apura sus opciones de play-off.

En el primer cuarto los bilbaínos se impusieron sin miramientos. Más enchufados desde el salto inicial, superaron en ambos flancos a los de Ibon Navarro, que eran incapaces de encontrar lanzamientos sencillos. Por parte local, Mumbrú lideró en el arranque del equipo, con 5 puntos sin fallos, 2 asistencias y un rebote. En el segundo periodo la escuadra catalana imprimió más movilidad a su juego para intentar desequilibrar a los bilbaínos, sin embargo, todavía se vieron obligados a abusar del tiro exterior y sin tener el día bueno. 2 de 9 al descanso. Así, los tiros libres eran su mejor baza para recortar, aunque en el segundo periodo solo bajaron un punto la diferencia. Un cómodo 43-35 en el tiempo de refresco.

Pero no hay victoria este año sin una dosis de sufrimiento innecesario. En el arranque del tercero, en apenas cuatro minutos, el Manresa ya estaba a solo dos puntos. Y los nervios. Un tramo circense con 8 posesiones consecutivas sin canastas (entre ambos equipos). Mumbrú rompió la racha con una bandejita y el equipo volvió a su ser. Tiempo muerto, Raúl López y Todorovic a pista por Hannah y Hervelle y magia. Un parcial de 12-3. Por delante, 10 minutos y un margen de garantías en el luminoso, 61-52.

El susto de todos los días ya estaba superado. Todo lo que tuvo que hacer el Bilbao Basket hasta el final fue aplacar los tímidos intentos de remontada in extremis que procuraban los de Navarro. De hecho, pudieron poner en aprietos reales a los locales si llegan a estar más acertados en el tiro al final. No lo estuvieron, y el Manresa se complica la vida mientras que el Bilbao Basket sigue remando por participar en la fase final de la competición.