Borrar
Urgente Siguen las retenciones en el puente de Rontegi y en la A-8 tras un accidente entre dos turismos y una furgoneta
Ponsarnau da instrucciones a sus jugadores en un tiempo muerto. Luis Ángel Gómez
Un cuarto para olvidar y otro para enmarcar

Un cuarto para olvidar y otro para enmarcar

Baloncesto ·

Los hombres de negro sufren un colapso creativo después del descanso pero se reactivan en diez últimos minutos prodigiosos

José Félix Cachorro

Domingo, 27 de abril 2025, 22:48

Los hombres de negro sufren un colapso creativo después del descanso pero se reactivan en diez últimos minutos prodigiosos

bilbao. Miribilla se lo pasó en grande con el despertar de su equipo en el asalto final contra el Murcia. Vibró y gritó como las mejores noches porque la victoria estuvo muy próxima pese a algunos momentos llenos de pesimismo. La marea negra había sufrido con un tercer cuarto para enterrar en una sima, en el que el Surne Bilbao Basket cayó con un parcial de 10-23 que le sirvió a los de Sito Alonso para conseguir una ventaja (40-60) entonces inalcanzable, o así pensaban muchos espectadores en el Bilbao Arena.

En esos diez malditos minutos, los hombres de negro casi desaparecieron de la cancha. Sólo cometieron una única falta personal contra unos adversarios que literalmente les pasaron por encima. Todas las piezas se habían desencajado en lo que se temía que fuera una reproducción del síndrome del tercer cuarto, periodo que esta tamponada se le ha atragantado alguna veces al Bilbao Basket.

Los ataques se volvieron más densos y ralentizados, nadie tenía la bombilla encendida y la falta de ideas llegaba a niveles muy preocupantes. Estas crisis temporales suelen coincidir con un descenso acusado de la producción de puntos, sobre todo porque la puntería ha salido de la pista. Todos los triples fallados (cuatro) y cuatro aciertos de trece tiros de dos puntos compusieron el pobre balance de los locales en sus tiros de campo. Tryggvi Hlinason, con una limitación de minutos en cancha por su reciente lesión en el gemelo derecho, se convirtió en el máximo anotador de los hombres de negro en el tercer periodo. Siguieron al islandés en la clasificación de productores Thijs de Ridder, Marvin Jones y Melwin Pantzar, todos ellos con dos puntos en su balance.

El panorama invitaba a pensar que el Murcia afrontaría el último cuarto sin sobresaltos, quizás con alguna respuesta eventual pero insuficiente de unSurne que había ido perdiendo de veinte puntos (40-60) y estaba obligado a mejorar la imagen ante su parroquia. Las tendencias apuntaban a un triunfo cómodo del conjunto dirigido por Sito Alonso.

Pero ocurrió todo lo contrario. Una descarga de orgullo sacudió entonces a los hombres de negro y algunos de sus jugadores más pequeños formaron la vanguardia para intentar cambiar el rumbo del encuentro.

Fue Muhammad Ali Abdur-Rahkman quien tocó a rebato y se cargó de valentía para aumentar el ritmo y comenzar a atacar desde lejos. Había que detener la sangría. Regresaba una vez más el escolta del triple maravilloso que apeó al Tofas turco en la Europe Cup y participó como guía en la histórica remontada frente al Dijon. El exterior de Pensilvania, que hasta entonces únicamente había aportado tres puntos, recurrió a su versión depredadora. El héroe de Bursa disparó desde el perímetro y metió la mitad de sus seis triples. Obtuvo réditos de sus incursiones para acertar en ocho de sus nueve tiros libres. Los visitantes trataron de pararle con seis faltas personales.

Desde el perímetro

El estadounidense fue secundado por otro especialista en la larga distancia como Harald Frey. Ambos buscaron con ahínco la línea de los 6,75 metros para acortar la desventaja. El noruego firmó en el cuarto final 12 puntos como consecuencia de dos dianas de tres lanzamientos de tres puntos, una canasta de dos puntos y pleno en sus cuatro tiros libres. Los marcadores de ambos contendientes se acercaban y el público asistía incrédulo a otra respuesta fabulosa de un Bilbao Basket que pudo llevarse la victoria después del reciente descalabro.

De un cuarto negativo y hasta tedioso se pasó a un capítulo de emociones, con un parcial favorable de 34-16. La marea negra animó sin descanso y prorrogaba así las celebraciones por el título de la Europe Cup. Sólo faltó el triunfo para redondear la fiesta.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Un cuarto para olvidar y otro para enmarcar