Casilla de salida para el maratón del RETAbet

Bastante morlaco tienen ante sí los hombres de negro para meterse a hacer cuentas de la lechera. Pero sí manejan un objetivo marcado entre ceja y ceja. Juegan en Miribilla dos partidos trascendentales en cuatro días. Andorra y Estudiantes, los escudos a añadir a los de Obradoiro y Betis como conquistados este curso. Dos victorias que serían oro molido para un grupo de nuevo en una fase de ensamblaje con las llegadas de Huskic y Miniotas. El serbio ha aprovechado el parón liguero para empaparse de normas y sistemas y mejorar su condición física. El lituano llega con ganas de comerse el mundo y aportar desde hoy mismo. Aún es pronto para que marquen diferencias, pero es un hecho que sobre el papel pueden y deben mejorar las prestaciones del juego interior que incluía a Jones y Moses. Quizá menos físico desde el punto de vista del músculo, pero sin duda crece en argumentos de juego y polivalencia en ataque.

Aunque en estos momentos quien libraría de presión táctica a Mumbrú sería Hakanson de confirmarse su regreso. Pese a que el nórdico incluía en su hoja de servicios lagunas y déficit de organización en sus más recientes actuaciones, Rousselle necesita mayor ayuda que la voluntad de Brown para desdoblarse en los dos puestos. Más si el francés, uno de los notables del grupo, se topa con el lastre de las personales. Nueva ocasión, además, para enfocar el trabajo de Zyskowski y Kulboka, su efectividad más bien. Dos jugadores que si explotan como se espera llenarán los depósitos del RETAbet en su ansiado despegue hacia una órbita menos peligrosa que la que actualmente atraviesa.