Buenas vibraciones antes del último reto: la batalla económica
El RETAbet mantiene un moderado optimismo para la resolución del proceso concursal y dice disponer de la cantidad exigida por la ACB
Los rectores del RETAbet tienen buenas vibraciones antes de la batalla económica que el club afrontará este jueves, cuando se celebre la junta de acreedores ... con la meta de cerrar los trámites y establecer las quitas definitivas del concurso al que se vio abocado la pasada temporada. Cuando se anunció la entrada en este procedimiento, los dirigentes de la franquicia bilbaína anunciaron que se daba ese paso para «volver sano y limpio a la ACB». Pues bien, el regreso deportivo se ha consumado, pero queda por resolver esta cuestión del dinero que se debe para evitar, en el caso más extremo, que el juez instructor decrete el cese de la actividad. Vamos, lo que nadie desea.
Del mismo modo, el Bilbao Basket afirma disponer del músculo económico para afrontar el llamado 'valor de participación', el antiguo canon de la ACB, tasado en alrededor de 1,7 millones de euros. Se puede abonar en cuatro años; esto es, a razón de alrededor de 425.000 euros por ejercicio. Este curso, por tanto, debería pagar esa cantidad, y el resto se restaría del montante que el club recibiría cada temporada de la patronal de clubes, señalan fuentes de la franquicia de negro. En lugar de percibir, por ejemplo, 800.000 euros, entraría en sus arcas una cantidad cercana a los 375.000.
Pero para cumplir con ese trámite todavía hay tiempo: el plazo para la entrega de la información y documentación pertinentes concluye el próximo 15 de julio, quince días después de que venza el periodo que Betis y Bilbao Basket tienen para solicitar el ingreso en la ACB (30 de junio).
Antes existe otro reto. La junta de acreedores del próximo jueves. En dos días. Por partes. Existen dos tipos de 'demandantes'. Entre los primeros, a priori, es donde menos problemas existen para alcanzar un acuerdo. La ley establece que si la entidad pacta con los sujetos que acumulan el 65% de la deuda, el resto deberá aceptar ese acuerdo. Una vez se pague ese dinero, esa pata quedaría resuelta a efectos administrativos.
La deuda privilegiada es la parte más complicada, y la que marcará el futuro de la entidad. En el Bilbao Basket existe un optimismo moderado. Aquí aparece una cantidad que ronda los 3 millones de euros con los siguientes nombres: Hacienda (más de 2 millones), Caja Rural de Navarra (400.000 euros), Seguridad Social y Fogasa. El objetivo, ni mucho menos, es la condonación de la deuda, sino que la hoja de ruta escrita desde el club pasa por alcanzar un pacto para que se pueda pagar en plazos, en un horizonte temporal largo y, de este modo, ir descontando del total entre 150.000 y 200.000 euros anuales.
Entienden los miembros del consejo de administración que esa cantidad, que no llegaría a un 10% del presupuesto que se ha dibujado aunque todavía no se ha cerrado, sería asumible. En caso de que esa posibilidad no fuera aceptada -en principio, las tres entidades que menos dinero tienen que recibir estarían por la labor de aceptar el acuerdo-, el concurso quedaría en vía muerta, el juez instructor podría decretar el cese de la actividad y ninguno de los deudores cobraría nada porque no hay patrimonio con el que responder. No obstante, al club no se le pasa ni por la cabeza esta posibilidad, y se espera salir del concurso el 24 de junio, como tarde.
Aumento de abonados
De forma paralela, los responsables del Bilbao Basket piensan en la próxima temporada, en el margen de maniobra para conformar una plantilla competitiva, que ilusione, con una economía como la actual. Este año, Álex Mumbrú y Rafa Pueyo han contado con alrededor de 600.000 euros para construir el vestuario. En ACB, por supuesto, habrá un aumento de la disponibilidad financiera para crear un bloque que pueda aspirar a algo más que a pelear por la permanencia en su retorno a la Liga Endesa. Se espera superar los tres millones de euros, pero no hay nada sellado, ni mucho menos, a la espera de posibles inyecciones económicas en las que trabajan unos directivos que han protagonizado espectaculares ejercicios de equilibrismo para mantener a la franquicia vizcaína con vida.
¿Y de dónde sacaría el dinero el Bilbao Basket, más allá de esas posibles entradas de liquidez? Por supuesto, de la afición. Fiel este ejercicio, con 5.000 personas apoyando al club, se espera que el regreso a la ACB permita aumentar el colectivo de aficionados. Por otro lado, RETAbet continuará unido a la entidad. El pasado verano se firmó un acuerdo por diez años y, como consecuencia del ascenso, la vuelta a la elite mantendrá lo firmado en el anterior convenio, en la última época del club en la máxima categoría.
Al menos eso fue lo que se dijo en el acto de presentación de este convenio de colaboración. Luego existen otros patrocinadores y, se calcula, que con el tirón de la mejor competición de baloncesto nacional por detrás de la NBA se adhieran nuevas empresas.
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