No era un buen día para estrenarse
Aminu se muestra voluntarioso y perdido en su debut con un RETAbet con el que lleva entrenando cuatro días
Quizá nunca lo sea. Idóneo. Pero alguna vez hay que hacerlo. Activar a un nuevo jugador cuando el grupo necesita como el comer cualquier suma ... de ayuda, por pequeña que parezca, requiere de tacto, paciencia y sentido de la idoneidad. En el marco de un equipo que se juega la vida cada jornada, diezmado por las bajas, la llegada de Aminu anima a pensar en que por fin alguien solventará parcialmente la intimidación que imponía el añorado Ondrej Balvin en la pintura.
El pívot de Atlanta debutó como hombre de negro mediado el segundo cuarto. Quedaban 4,47 minutos para el descanso, el RETAbet perdía 27-34 y estaba a punto de nacer un tramo especialmente nocivo para sus intereses. Su primera aparición acabó en una falta sobre Abromaitis concediéndole un dos más uno al llegar tarde al punteo. En ataque no tardaron en buscarle sus compañeros, aunque fue por medio de un alley-oop inalcanzable que al menos pudo sujetar en segunda instancia, sumando canasta y rebote en ataque. Lo celebró con rabia con una palmada mientras regresaba al campo defensivo.
Era obvio que su misión pasaba por salir en busca de la ayuda en la marca sobre el base o algún tirador receptor, lo que le causó después muchos problemas de repliegue al ser complicado leer el recorrido de regreso a la pintura. Se marcó una arriesgada pero eficaz puerta atrás que Reyes no pudo culminar y Brizuela se enganchó a su mano derecha, sin que se señalara falta, en la pugna por un balón sin dueño en la zona malagueña.
Luis Casimiro entendió las dificultades que estaba pasando el poste olímpico con Nigeria (por su doble nacionalidad) y dio descanso a Guerrero y Gerun para emparejar al joven Nzosa con el debutante local. Fueron tres minutos en pista para la primera tacada de Aminu en Miribilla en los que el Unicaja agrandó la brecha con un parcial de 5-10.
Álex Mumbrú volvió a recurrir al pívot debutante en el último cuarto. Quedaban 6,44 minutos para la conclusión y el RETAbet perdía 61-74. Le incluyó en un quinteto experimental que completaban Rousselle, Brown, Jenkins y Kulboka. Aminu sorprendió a su par con un buen gancho para anotar su segunda canasta, capturó un rebote defensivo y le volvieron a buscar por encima del aro con otro balón inalcanzable por exceso de potencia y altura.
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