El Bilbao Basket ve con buenos ojos jugar la nueva liga sub'22
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El Surne estudia participar en la competición, que se presenta este miércoles en el Consejo Superior de Deportes, pero necesita un camino más despejado de requisitos planteadosEl Bilbao Basket ve con buenos ojos inscribir su nombre en la nueva liga sub'22 que pretende aglutinar el talento joven, evitar su fuga ... y concentrar el presente y el futuro del baloncesto español en un campeonato potente que sirva de contrapeso a torneos que pescan cada vez más en el caladero nacional, como es el caso de las universidades americanas. Los responsables del Surne han estudiado los pros y los contras de unirse a una iniciativa cuya presentación se hará realidad este miércoles en un evento en Madrid, en el que participarán la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, la presidenta de la Federación Española de Baloncesto, Elisa Aguilar, su homólogo en la ACB, Antonio Martín, y el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, y en principio su idea pasa por inscribirse y participar. Eso sí, con una serie de condiciones que deberían flexibilizar las exigencias requeridas para formar parte de la liguilla.
Los hombres de negro se inclinan por integrarse en el campeonato sub'22, cuya estructura está muy avanzada y lista para ponerse en marcha a partir del próximo mes de octubre, justo cuando arrancará la nueva temporada de la ACB. Está unida a los clubes de la Liga Endesa y plantea disputar los partidos los viernes y los sábados, con el objetivo de que, si fuera necesario, los jugadores podrían echar una mano a los equipos profesionales en el caso de que les reclamen sus entrenadores. El Bilbao Basket está interesado en competir en esta especie de liga de filiales, aunque en el pliego de condiciones remitidos a las franquicias hay requisitos duros que necesitarían ser limados o suavizados para facilitar el aterrizaje del Surne. De hecho, el conjunto vizcaíno realizará consultas pertinentes para asegurar el suelo que pisa y afrontar con el horizonte despejado una competición atractiva y exigente.
Seis jugadores seleccionables
Una de las claves de la liga es su financiación y el papel del CSD –léase, el Gobierno– en el desarrollo y la sostenibilidad de la apuesta. Será fundamental su aportación económica para afrontar los gestos derivados de los desplazamientos y de la organización de los partidos, entre otros aspectos, porque se demandan una serie de extras a los clubes relativos a las infraestructuras que no todos son capaces de satisfacer. De hecho, conjuntos como Breogán y Andorra tienen muchas dudas a la hora de sumarse al proyecto. De ahí que el Bilbao Basket solicite información adicional y facilidades para adherirse a una iniciativa que, en principio, le seduce y le gustaría experimentar.
También habría una inyección económica directa a los clubes entre 150.000 y 200.000 euros como ayuda directa por su participación. Otro asunto que está encima de la mesa son las condiciones que regulan la composición de los equipos sub'22, como por ejemplo contar con seis jugadores seleccionables –algo parecido a los cupos exigidos en la ACB– y otros tantos de libre disposición. La fuga de talentos es un hecho y por eso se trata de poner remedio en forma de un proyecto de filiales. El propio Surne acaba de perder a Thijs de Ridder y a Rubén Domínguez porque era imposible competir con ofertas de la NCAA –liga de universidades estadounidenses–, tan altas que incluso clubes mucho más poderosos de la ACB son incapaces de competir en este escenario.
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