El reto de Enoch: justificar un contrato en dos meses

La Euroliga y la ACB no tienen ciclo formativo. Pocas cosas siguen su curso. El 'cinco' estadounidense con pasaporte armenio tiene una serie de condiciones físicas y técnicas inusuales en jugadores de su tamaño. El Baskonia adquirió la responsabilidad de desarrollarlas, convencido de poder convertirle en su referente interior. Así, cuando Dusko Ivanovic apenas le concedía minutos la pasada temporada y el jugador de Norwalk (Connecticut) y sus agentes pidieron una cesión, la dirección deportiva le negó la posibilidad. Le reclamaron paciencia y trabajo, y encontró frutos bajo el mandato de Spahija.

Le dio un vuelco a sus números. Firmó cinco dobles-dobles en su año de debut en la Euroliga y otra más en la ACB. Se convirtió en el titular y pese a que no dio la talla en las semifinales de liga ante el Real Madrid de Tavares y al interés de algunas franquicias de la NBA, el Baskonia apostó por su continuidad. La dirección deportiva mantenía la confianza en su progresión y creían que la llegada de Peñarroya podría suponer el despegue definitivo. Pero Enoch parece haber agotado la paciencia del técnico, que le ha descartado en los últimos dos partidos y se le ha visto visiblemente contrariado con su papel sobre la cancha en varios momentos de la temporada.

A falta de seis jornadas para el final y un ilusionante play off por delante que podría alargarse hasta el 27 de junio, el pívot formado entre la Universidad de Connecticut y la de Louisville tiene dos meses para volver a pasar de ser el último de la rotación al 'cinco' titular. Esta vez no contará con el aliciente del cambio de entrenador, pero sí con otro igual o más acuciante, el del final de contrato.

Su vinculación con el Baskonia se acaba en algo más de dos meses. Un acuerdo sellado por dos temporadas en 2021, cuando Enoch tenía 23 años, con una cláusula de salida de más de medio millón de euros. Un contrato que confiaba en que iba a ser el referente del juego interior azulgrana. Casi dos años después, con 116 partidos disputados, 2.128 minutos, 8,1 puntos y 3,1 rebotes de media y una compleja lesión de tobillo en la mitad del camino, esa idea parece fracasar. En las altas esferas del club existe una lógica rabia y desilusión con el rumbo del jugador. Carne de NBA pero como un pez fuera del agua.

Su involución esta temporada va desde la falta de veneno en las inmediaciones del aro hasta su nula tendencia por el lanzamiento lejano. El año pasado lanzó 60 triples; este lleva 14. También tira menos de dos puntos y mantiene su 59% de acierto. No como en tiros libres, donde ha pasado de un 79% de acierto a un 67%. Cuestión de confianza. En defensa, mantiene sus principales defectos que acompañan su todavía incipiente trayectoria. Lectura de juego y firmeza. La evolución no llega, ni tampoco la oferta de renovación azulgrana. Tiene dos meses para tratar de esclarecer un futuro de lo más incierto.