La responsabilidad del grupo

Garino, aún en el dique seco, sabe bien el calvario por el que está pasando el capitán. «Es un momento muy feo para todos y más sabiendo lo que es 'Toko' para el equipo», subraya el alero argentino, que ya lleva más de un mes parado por un esguince de rodilla, está «desesperado» por volver a las canchas. Evoluciona bien, pero apuesta por la cautela. «Se me ha hecho muy larga esta espera, pero ya estoy en el tramo final, poniéndome a punto para volver lo más pronto posible. No me puedo poner fechas, todo depende las sensaciones, de cómo está la rodilla, pero vengo con buen 'timing'», indica el 'Pato'.

La situación colectiva, con el equipo en cuadro, no ayuda a calmar esa ansiedad, pero el objetivo principal es volver en plenitud de condiciones, sin arriesgar, sin precipitarse. «Uno se desespera por poder ayudar y dar un poco de rotación al equipo porque son muy pocos jugadores, pero lamentablemente tengo que ser un poco egoísta en mi cuerpo, si me apuro y me lesiono de nuevo por no estar bien recuperado va a ser peor para todos. Así que solo queda tomarlo con paciencia y con muchas ganas».

Garino viajará hoy con el equipo a Estambul, pero sin opciones de jugar, con el propósito de ir entrando paulatinamente en la dinámica de grupo. Otra semana intensa, cargada de viajes y partidos. La expedición baskonista, sin Shengelia ni Granger y con el canterano Arturs Kurucs en la lista de Velimir Perasovic, partirá hoy hacia la capital turca, donde mañana se enfrentará al Fenerbahce. El sábado volará hasta Barcelona para medirse el domingo con el Manresa y después se desplazará directamente a Atenas para disputar el martes el duelo continental ante el Olympiacos. Siete días fuera de casa antes de recibir en el Buesa Arena al Gran Canaria, el viernes 11 de enero.

«Es otra semana complicada, con tres partidos fuera de casa», asume Matt Janning, consciente de la dificultad que entraña enlazar tantos compromisos a domicilio. Empezando por el primero, en la pista del líder, un Fenerbahace que no conoce la derrota en su pista y que solo ha perdido un partido en la presente edición de la Euroliga. Fue en la jornada 4, el 25 de octubre, en la visita al Anadolu Efes (89-85). Desde entonces han caído en el Ulker Sports Hall equipos tan potentes como el CSKA (79-75) o el Real Madrid (65-63), último verdugo doméstico del conjunto vitoriano.

«Han jugado varias veces seguidas la Final Four, tienen un gran entrenador, muchos buenos jugadores... Es un rival muy duro, muy físico», asume Matt Janning. En el partido de la primera vuelta, el conjunto de Zeljko Obradovic impuso su mayor fondo de armario en el último cuarto para llevarse un apretado duelo en el Buesa Arena ante un Baskonia dirigido todavía por Pedro Martínez (72-74).