Promesas invisibles en el Baskonia
El banquillo o la fila de jugadores descartados son, de momento, los espacios que ocupan Miguel González, Lautaro López y Ajdin Penava
Inmersos en el tercer mes de temporada, el Baskonia es una nave que se agarra a sus opciones en dos torneos como la Liga ACB ... y la Euroliga. Atrás quedan aquellos inicios pletóricos de otras versiones de la escuadra azulgrana que convertían el tramo inicial de competición en un trámite hacia los momentos claves que llevan a partir de febrero. Ahora, la maquinaria azulgrana debe funcionar al máximo para sacar cada encuentro con un reparto de fuerzas y responsabilidades desigual. Las lesiones han golpeado el casco con las bajas de larga duración de Patricio Garino y Jayson Granger y han reducido el núcleo de jugadores en los que más confía Velimir Perasovic. En la cúspide de hombres utilizados brilla Tornike Shengelia, con 30 minutos de juego por partido. En la orilla opuesta, la del ostracismo, surge la figura de Miguel González. El alero vallisoletano comparte con Ajdin Penava y Lautaro López la falta de protagonismo. Es un trío de promesas invisibles, jóvenes en busca de progresión que, de momento, juegan entre poco y nada. El banquillo o la fila de los jugadores descartados son los escenarios en los que se mueven, a la espera de una oportunidad o de una salida alternativa.
El Andorra se interesó por la cesión temporal del ala-pívot bosnio, pero no hubo acuerdo
Opción cerrada
A sus 20 años, Miguel González sufre, sin un mal gesto, la rutina de entrenamientos, desplazamientos y convivencia del primer equipo sin lograr una cuota mínima de presencia en cancha. De los 25 partidos oficiales disputados en lo que va de curso, el vallisoletano solo ha participado en ocho, con una porción minúscula de 30 minutos jugados en total. La temporada pasada, alternó su presencia en la primera plantilla con la del filial. Esta campaña, engrosa el cupo de formación, pero su aportación baloncestística es mínima. Ni el desgaste que se acumula en la alternancia de dos competiciones ni los contratiempos físicos de otros compañeros han permitido abrir una rendija para Miguel González en la rotación exterior. Su función es clave para cumplir el marco de contratación ACB, aunque la falta de actividad no ayuda a su crecimiento.
A Miguel González le pueden sobrar razones para el descontento, pero su situación es preferible a la que viven Lautaro López o Ajdin Penava. El argentino, de 20 años, rellena convocatorias de Euroliga, pero el hecho de no contar con pasaporte comunitario le niega cualquier opción en la Liga ACB.
Mercado invernal
Mientras, Ajdin Penava vive en tierra de nadie, con un contrato para esta temporada y la siguiente, pero sin encaje alguno. En principio, el club azulgrana tenía previsto el camino de la cesión para el joven base argentino y el ala-pívot bosnio, pero todavía no hay solución a sus casos. La fórmula de préstamos a otros clubes fue la elegida en verano para Tadas Sedekerskis (Neptunas Klaipeda), Arturs Kurucs (VEF Riga), Jurij Macura (Mega Bemax) o Sander Raieste (Kalev). Diciembre avanza y podría ofrecer distintos movimientos de mercado. En su momento, los problemas de lesiones llevaron al MoraBanc Andorra a solicitar la cesión temporal de Penava, aunque finalmente no hubo trato. Ahora, varios equipos de LEB Oro tantean la opción de acoger al ala-pívot de Sarajevo en régimen de cesión, aunque su situación permanece, de momento, estacionaria.
La clave
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30 Son los minutos que ha jugado Miguel González este curso. Lautaro debutó con 3 minutos ante el Efes y Penava sigue inédito.
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