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El Baskonia abre un verano de movimientos obligados para recomponer una plantilla con la que recuperar la constancia competitiva perdida en las dos últimas temporadas. ... En su planteamiento inicial, la entidad azulgrana mantiene, salvo giro inesperado, la apuesta por Pablo Laso, con dos campañas más de contrato garantizadas y un propósito de continuidad a pesar de los sinsabores del curso ya concluido.
Con el jefe del banquillo claro, existen necesidades inmediatas que afrontar. Se trata de la contratación de un ala-pívot principal ante el adiós de Chima Moneke y también de un director de juego. Son dos cuestiones primordiales en una remodelación que, como cada verano, puede dar múltiples giros sobre el boceto original.
Del rendimiento mostrado por el equipo construido el pasado verano y que se puso en manos de Pablo Laso se extraen varias evidencias de peso. Faltó una mayor consistencia en puestos estratégicos como los de base y pívot. Las posiciones interiores han sido foco de turbulencias continuas durante el ejercicio concluido el viernes y también apuntan a una reorganización. Khalifa Diop, sujeto a contrato hasta 2028, tiene condición de cupo de formación y un recorrido de maduración todavía por completar a sus 23 años. Donta Hall, que firmó dos años el pasado verano, ha quedado como interior de altos vuelos en mates y tapones, pero limitado de kilos ante pares de mayor rango físico de Euroliga.
La continuidad del poste estadounidense con pasaporte de Azerbaiyán es un caso sometido a evaluación en el seno del club azulgrana. Lo que sí queda claro es que el Baskonia tendrá que salir al mercado con la prioridad de contratar un ala-pívot principal. Moneke concluye su contrato y buscará nuevas experiencias después de dos temporadas en Vitoria. Su baja hace tabla rasa en una posición que precisará de un nuevo primer espada. El club dispone de una opción de renovación sobre Luka Samanic, aunque todavía está por ver si la hará efectiva.
La tardía maduración de Trent Forrest no escondió el hecho de que el plantel azulgrana afrontó buena parte del pasado curso con un problema claro en la generación de juego desde un puesto que había sido reforzado con hasta tres jugadores para la ocasión. Entre cuestiones administrativas para su conversión en comunitario y su lesión en la muñeca, Kamar Balwin no tuvo la continuidad deseada para asentarse, aunque dejó claro que se maneja con más comodidad en la posición de 'dos'. Mientras, Ognjen Jaramaz no se ganó la confianza del preparador vitoriano. El serbio ni siquiera aprovechó las ausencias de Baldwin para ser una alternativa clara durante los descansos de Forrest.
Finalizan contrato Chima Moneke, Sander Raieste y Ongjen Jaramaz.
Una temporada más Kamar Baldwin, Luwawu-Cabarrot, Donta Hall y Nikos Rogkavopoulos.
Contratos largos Tadas Sedekerskis (hasta 2029), Markus Howard (2028), Khalifa Diop (2028) y Pavel Savkov (2028).
Opción de renovación Ousmane Ndiaye y Luka Samanic.
Dentro de los deberes estivales surge un clásico: la búsqueda de un base, una obligación que, con una altísima probabilidad, tendrá que afrontar el Baskonia. De momento, Trent Forrest tiene contrato para la próxima temporada. Su rendimiento en su primer año en Europa permite aventurar un futuro próspero a este lado del Atlántico. El jugador de Alabama ya aseguró hace semanas que, en principio, sus planes pasaban por continuar en la capital alavesa aunque puede ser objeto de deseo de otros clubes de Euroliga, dada la escasez en el mercado de bases de ciertas garantías.
El interés del Anadolu Efes ya trascendió y al Baskonia se le podría presentar una situación similar a la del pasado verano con Codi Miller-McIntyre, cuyo rendimiento como azulgrana le llevó al Estrella Roja previo pago de un traspaso que se ingresó en la cuenta baskonista. Kamar Baldwin también tiene contrato para el próximo curso y una condición de comunitario que le llevará a completar su adaptación la siguiente temporada como jugador a caballo entre los dos primeros puestos exteriores. La polivalencia hace tiempo que llegó para quedarse en el baloncesto actual. Por su parte, Jaramaz concluye su vínculo laboral a finales de este mes y buscará nuevo destino.
Como sucede al cierre de cada campaña, todo está en proceso de reconsideración en el club de Zurbano. Sucede lo mismo en una línea de perímetro donde el caso más delicado es el de Markus Howard, que suma ya tres temporadas en las filas azulgranas y dispone del contrato más alto de la plantilla, con una duración hasta 2028. La entidad azulgrana afronta una compleja encrucijada con su escolta anotador. Todo gira alrededor de su rendimiento deportivo, la inversión económica que supone su salario y las posibilidades de abordar una posible venta. Por otro lado, la posición más firme la ostenta Tadas Sedekerskis, con contrato hasta 2029. El capitán, también multiusos como 'tres' o ala-pívot, es una referencia baloncestística y emocional de primer orden.
Un alumno aventajado que quiere abrazar el 'carácter Baskonia' también es Nikos Rogkavopoulos, que concluye contrato al cierre de la próxima campaña y sigue inmerso en una ardua maduración. Sander Raieste, cupo de formación sin demasiado protagonismo, ya busca equipo para la próxima campaña y las opciones de seguir en Vitoria son muy escasas. Timothé Luwawu-Cabarrot también dispone de un año más de contrato y el club puede decantarse por darle continuidad.
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