

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La sonrisa incesante de Dusko Ivanovic al final del partido delata lo que significa jugar contra el Baskonia de Pablo Laso. Un compendio de jugadas ... inconexas y complicadas de explicar, de minutos de ardua digestión, de idas y venidas, con los que resulta complicado predecir un desenlace sin jugársela al tun tun. Los guiones de partido suelen tener el mismo patrón como si fuera una sitcom. Pero los finales siempre son imprevisibles y pocas veces resultan graciosos para el conjunto de Pablo Laso en la Euroliga.
Noticia relacionada
El de ayer en Bolonia será más fácil de olvidar que el del tres más uno de Clyburn en el Buesa. Al menos para todos menos para los árbitros, enredados en un sinfín de revisiones dentro del último minuto con el que se sumaron a la mediocridad del encuentro. Ninguno de los dos equipos jugó bien. Los dos echaron en falta al tridente de bajas con el que empezaron. Sedekerskis, Baldwin y Howard por el bando azulgrana. El propio Clyburn, Shengelia y Zizic en el cuadro local. La diferencia la marcó en cómo cada equipo cubrió las ausencias.
Noticia relacionada
Ángel Resa
El Baskonia volvió a tener problemas en la generación y en el juego exterior. Forrest empezó otro partido aletargado. Sus desconexiones dieron paso a una inesperada alta productividad de Jaramaz. Con minutos contados en los últimos meses, pero de valor incalculable anoche con su defensa. Cuatro robos contabilizados y varias acciones más de intendencia que permitieron mantener el tipo. Por si fuera poco, en ataque se fue a los 8 puntos y 5 asistencias, el que más del equipo. El base serbio logró conectar con Samanic, consagrado en poco más de una semana como una referencia solvente en el ataque. El único que ayer jugó desde el poste bajo y sacó el balón fuera.
Noticia relacionada
Jon Ander Goitia
Pero en el arte de tapar grietas, Ivanovic salió ganador. Sin apenas bazas reboteadores debido a las bajas, dominó bajo los aros la mayor parte del encuentro gracias a las capturas ofensivas de Diouf y a la movilidad de Polonara y Grazulis. La dupla Moneke-Hall se mostró inoperante ante tanto meneo y fue necesaria la participación de Ndiaye después de muchos partidos. Con semejantes cartas y Cordinier con un triple con calambres, el ardor italiano se impuso ante un Baskonia de temperatura en el tercer cuarto. Luis Enrique propone para el futuro que los entrenadores dirijan los partidos desde las alturas y, a poder ser, con opción de dar una pequeña descarga a los jugadores cuando se duerman. Laso ayer hubiera quemado el mando.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.