El Granada-Athletic se reanuda hoy tras suspenderse por la muerte de un aficionado

Tragedia en Los Cármenes. Antonio Trujillo, socio del Granada de 64 años y padre de tres hijos, falleció ayer de una parada cardiorrespiratoria en el estadio después de ser atendido por los servicios médicos durante más de una hora angustiosa. El pasado mes de mayo le diagnosticaron un cáncer por el que estaba recibiendo quimioterapia. El Granada-Athletic fue suspendido en el minuto 18 con 0-1 para los rojiblancos obra de Iñaki Williams y la Federación comunicó anoche que los 72 minutos que restan se disputarán hoy a las 21.00 horas.

En el estadio andaluz se vivieron momentos dramáticos y de enorme tensión en un ambiente que dejó a los espectadores la sensación de improvisación ante el percance médico. El Athletic ganaba 0-1 cuando desde la tribuna de preferencia comenzaron a escucharse fuertes silbidos en torno al minuto 12. La primera impresión es que se quejaban de la situación deportiva del equipo andaluz, en descenso, sin ganar desde hace tres meses y con un gol encajado por un grave error del portero. Sin embargo, los aficionados comenzaron a hacer aspavientos y gestos de reclamar ayuda.

«Ha habido un infarto, ha habido un infarto», gritaron con insistencia decenas de seguidores para que los operarios de seguridad de la entidad nazarí y el segundo asistente del partido, el madrileño Santiago Sacristán, alertaran al árbitro principal del choque, Ortiz Arias, de que se había producido una parada cardiorespiratoria de un aficionado en el sector medio de la Preferencia del estadio.

Pero nadie les hízo caso hasta que en el minuto 15 Unai Simón abandonó a la carrera su área para dirigirse al centro del campo, en donde estaba situado uno de los jueces de línea. Justo a su espalda se producía la tragedia y el portero del Athletic comenzó a pedirle que comunicara la emergencia. Fue en vano. Los hinchas recompensaron el gesto del portero rojiblanco con gritos de «Unai, Unai» y le brindaron una enorme ovación cuando el árbitro ordenó a los equipos dirigirse al vestuario.

Un fotógrafo presente en la zona relató a este periódico que cuando el portero estaba junto al asistente un espectador se saltó el control de seguridad y comenzó a hacer gestos tocándose el pecho ante el linier para pedir un desfibrilador. Tampoco le hizo caso. Sorprendentemente, el colegiado Ortiz Arias decidió que el partido se reanudara después del gesto de Unai Simón tras acercarse a los banquillos para recibir información del cuarto árbitro y del delegado de campo. Era el minuto 15.20 del encuentro.

De hecho, se sacó un córner mientras el público de la zona en la que se había desvanecido el aficionado seguía pitando sin cesar para que se interrumpiera el encuentro. Hubo hasta una secuencia de pases de los jugadores locales que llegó hasta el minuto 17,15, cuando en un saque de banda Ortiz Arias por fin optó por interrumpir el duelo. Mientras tanto, los espectadores observaban asombrados como sanitarios con un desfibrilador en la mano rodeaban el campo a la carrera en lugar de atajar por el centro para dirigirse a la zona en la que era necesaria la actuación urgente.

Las médicos se dirigieron a la grada en la que estaba siendo atendido el espectador. Lo mismo hicieron otros servicios sanitarios. El director general del Granada justificó el «momento de nerviosismo porque no se ve el anillo interior». El fallecido estaba siendo atendido en una boca de evacuación y no pudo ser trasladado a un hospital porque no se logró estabilizarle. Una hora después de que el partido se detuviera se comunicó su fallecimiento y la suspensión definitiva del duelo.

El director general del Granada explicó que el socio de su entidad fue atendido en primer momento por «un médico nuestro y otra persona que trabaja en los servicios sanitarios del club» que se encontraban en esa tribuna. Añadió que había dos ambulancias en el estadio y que al poco llegó una UVI más.

El Granada emitió anoche un comunicado para salir al paso de las quejas por la actuación médica en el estadio. «Minutos antes de que parase el partido los técnicos de emergencias ya estaban asistiendo al abonado que finalmente resultó fallecido», mantuvo la entidad. «No sé si se pudo haber evitado de actuarse más rápido. Creo que no, pero no lo sé… no hay muchas vueltas que dar», zanja la viuda, «Antonio hubiera firmado morir en Los Cármenes», dijo emocionada en declaraciones a los medios.

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