Beñat manda, el Athletic carbura

El fichaje de Raúl García fue festejado por todo lo alto en todos los estamentos del Athletic. La afición contaba al fin con un fichaje de relumbrón, quizás con el mejor futbolista que tenía accesible. La plantilla contaría con un compañero que le permitiría dar un gran salto de calidad y ganaría un referente en la caseta. Y Valverde vería al fin resuelto su eterno problema de la media punta, que se volvió tortuoso con la marcha de Ander Herrera. Pero si hay un futbolista determinado que se ha visto beneficiado por la llegada del navarro -además de Aduriz, que necesitaba un socio con quien compartir el peso del gol- es, sin duda, Beñat.

La llegada del exjugador del Atlético ha permitido al de Igorre olvidar su tortuoso trabajo en la posición de enganche, donde se encuentra muy desubicado, y gobernar el juego del Athletic desde el puesto de medio centro. Desde que regresó al conjunto rojiblanco convertido en una estrella por su brillante paso por el Betis, Beñat apenas había disfrutado de oportunidades en la medular. Dos años después de su vuelta a Lezama, sin embargo, el vizcaíno se ha convertido en la brújula que marca el norte del juego del Athletic.

El centrocampista nunca ha destacado por su poderío ofensivo y le costaba ver el fútbol con nitidez en medio del embrollo que se generaba en la línea de tres cuartos. Beñat necesita pausa, estar bien acompañado por un pivote y tener una vista panorámica, de frente al área rival. Jugar de mediapunta en el sistema de Valverde conlleva buscar espacios y actuar a un ritmo vertiginoso, recibir y zafarse de los rivales de espaldas a la meta rival... Y pedir eso un organizador canónico como el de Igorre era casi una temeridad.

Cambio de registro

Los mejores momentos del Athletic contra el Valencia llegaron gracias al gobierno de Beñat en el centro del campo. El germen de cada jugada tenía mucho más sentido cuando la pelota pasab por las botas del vizcaíno. Ahora que a los rojiblancos les cuesta un mundo poner su engranaje al 120% como el año que consiguieron la clasificación para la Champions por la acumulación de encuentros, un cambio de registro parece la solución ideal para los de Valverde. El fútbol se cocina en la medular, y el Athletic tiene ahí ya dos plazas fijas que carburan (Beñat y Raúl García) y numerosas alternativas para el puesto de acompañante. Los cimientos parecen al fin sólidos.