¿Por qué ese odio en Osasuna al Athletic?
Los graves insultos contra Unai Simón, de los que nada ha dicho Tebas, son un ejemplo de la curiosa unanimidad que existe en Osasuna contra el equipo rojiblanco
La sociedad en la que vivimos está llena de contradicciones y, como dijo alguien importante, hay que convivir con ellas. Hay un ejemplo paradigmático de ... esas contradicciones focalizado en Pamplona y los sanfermines, una fiesta multitudinaria y tradicional en la que sus actos principales se celebran alrededor de la tauromaquia: los encierros multitudinarios y las corridas de toros con la plaza llena y las cazuelas de magras con tomate o bacalao ajoarriero. Todo ello, sin distinción de clase social o color político. Por eso visten todos igual.
De hecho, los encierros y las corridas son jaleados con entusiasmo por multitud de personas que si residieran unos kilómetros más al norte, en Bilbao o San Sebastián, se estarían manifestando con una pancarta contra la tortura animal en las puertas de Vista Alegre o en Illumbe. Hemos comprobado, en la capital vizcaína, los complejos que muestra y los regates que hace el alcalde Aburto cuando le preguntan por la eliminación de la feria taurina de la Aste Nagusia en el programa de fiestas. Seguro que al alcalde le pasa como a Chus Lampreave en 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'. «Ya me gustaría poder mentir, pero soy testiga de Jehová y no puedo. Si no, aquí iba a estar yo». Si llega a ser alcalde de Pamplona, así iba a estar él. Allí no. Nadie cuestiona nada.
He escrito que la contradicción está focalizada en Navarra, cuando, en realidad, lo que pasa en Navarra pone la lupa en otros lugares. Allí son coherentes, aunque navegando por redes sociales he podido leer más de un exabrupto contra la tradición del vestuario del Athletic de rezar un 'padrenuestro', lanzado por personas a las que, seguro, se les cae la lagrimilla cuando los mozos cantan el 'A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón…' delante de la hornacina de la Cuesta de Santo Domingo.
Y en esa coherencia navarra se pueden dar casos como el de la grada de El Sadar, que cubrió de insultos a Unai Simón, portero del Athletic. Se supone que los componentes de esa tribuna son, aparte de sanfermineros de pro, los más alegres y combativos representantes de la Navarra antifascista y antihomófoba, pero como se puede comprobar en el vídeo que emitió el programa 'El día después' de Movistar, los gritos en los que le pedían su muerte, le llamaban maricón o le enseñaban ese dedo corazón que significa algo así como monta aquí y verás París, por ser elegante, partían de esa tribuna antifascista y antihomófoba con muchos de sus componentes con los ojos inyectados en sangre. Pero en este asunto son coherentes los aficionados de Osasuna, de uno u otro color político, porque ese odio visceral al Athletic que se ha alimentado en los últimos años, quién sabe por qué, parte lo mismo de artículos de opinión o de la tertulia difundida por una emisora local. Es decir, todos unidos por la causa, seamos de izquierdas o de derechas, de ultraizquierdas o de ultraderechas.
Y todo ello sin que Javier Tebas, al que le llueve sobre mojado por lo que se lee en su último tuit, llamémosle equis, haya dado señales de vida sobre el asunto. Que con Vinicius le vale. Puede que esté dándole vueltas al informe sobre las pobres audiencias televisivas de la última semana, o perfilando el escrito de acusación a la Fiscalía contra los aficionados de Osasuna que se retratan en el vídeo, pero no ha dicho ni mú sobre los insultos a Unai. Tampoco el presidente osasunista, que en su última intervención le enmendó la plana a Jagoba Arrasate, que había comentado después de la criminal entrada de Chimy Ávila a Berenguer que eso no era Osasuna. Será porque si lo del cruce de cables del argentino no es Osasuna, si la compra de partidos no es Osasuna, si los dirigentes encarcelados no eran Osasuna, nada es Osasuna, y eso no puede ser con la Conference a la vuelta de la esquina, porque Osasuna existe y juega en Europa.
Pero claro, cuando desde el mismo club se han dado pábulo a teorías conspirativas que ponían al Athletic en el foco, y nadie ha tenido la elegancia de salir a desmentirlas, es normal que aparezca Unai Simón por allí y le llamen de todo desde la grada.
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