«Jefe, me cojo el día libre»
Algunas empresas han modificado horarios para que los trabajadores dispongan de la tarde del jueves, pero no todas pueden permitírselo
Este lunes de vuelta al trabajo tras la victoria del Athletic había dos temas de conversación en la oficina: cómo había vivido cada cual el ... partido y cómo organizarse para librar el jueves por la tarde y ver la gabarra. En algunas empresas lo tienen más fácil para adaptarse y dejar que los trabajadores se vayan antes pero en otras, como las industriales, no se puede parar la producción por mucho que sea un día histórico. En ellas no queda otra que pelear por la libranza.
«En nuestro caso, el que primero haya pedido el permiso tiene prioridad. Algunos han estado rápidos y lo solicitaron en marzo, nada más conocer que el 11 de abril salía la gabarra. Habrá que ver si se pueden atender todas las peticiones porque la actividad no se puede detener», apunta José Manuel López, conocido como 'Tximi', presidente del Comité de Empresa Europeo del grupo de automoción Gestamp.
Lo mismo ocurre en la ACB de Sestao, la heredera de Altos Hornos. Se trabaja por turnos y no se para. Pero al menos la acería tiene una ventaja, y es su privilegiada ubicación en la ría. «Tenemos muelle privado. Esperemos que se pueda planificar la producción para que la mayoría de trabajadores podamos ver la gabarra al pasar», dice un representante sindical. Podrán emular así a los empleados de Altos Hornos que, tras la victoria de 1984, saludaron con sus cascos a los campeones mientras sonaba la sirena de la factoría.
En la banca hay más flexibilidad y eso que justo tiene la mala suerte de que en buena parte de las entidades se trabaja una sola tarde a la semana y es la del jueves. Entre ellas figura Kutxabank, patrocinadora del Athletic, que ha optado por adelantar un día y abrir la tarde del miércoles. «Aparte del deseo de ver la gabarra de la plantilla hay que tener en cuenta que acceder a Bilbao va a ser imposible», señalan en la entidad. Otras firmas como Caixabank o Laboral Kutxa han decidido mantener horarios el jueves con el argumento de que «hay que mantener el servicio al cliente». En BBVA aseguran que los trabajadores cuentan con suficiente flexibilidad para organizarse porque no abren al público.
Los trabajadores de oficina de Iberdrola también están entre los afortunados que no tendrán que pedir el día libre para poder vivir ese momento histórico. «El horario es flexible y la gente puede entrar a las 7.15 para salir antes», explican en la eléctrica. No es lo mismo en otras áreas de la compañía en las que hay turnos y guardias porque el servicio que presta es esencial.
En despachos de abogados y firmas de consultoría había ayer debate sobre la cuestión. «Nosotros hemos decidido finalmente hacer jornada intensiva y librar la tarde. Es que la mayoría del personal lo iba a pedir», apuntan en PKF Attest, que tienen a casi 250 trabajadores en Bilbao. «En nuestro caso también vamos a acabar para las tres», coinciden en Auren Abogados.
Las grandes superficies, por contra, no contemplan alterar sus horarios, con excepción de BM. La cadena acaba de anunciar que en la tarde del jueves adaptará sus servicios para facilitar que su equipo pueda acudir a ver la gabarra. «Se aprovechará la cercanía entre las tiendas y se informará puntualmente de ellos a la clientela», ha señalado en un comunicado. Eroski y Mercadona tienen previsto mantener sus jornadas normales, que habitualmente llegan hasta las nueve de la noche o más. Sus trabajadores tendrán que pedirse el día libre para poder disfrutar del momento.
«La casuística es muy amplia. Hay quien puede permitirse adelantar el cierre y quien no. Lo ideal es que haya diálogo entre las empresas y trabajadores para alcanzar un acuerdo», decía ayer Carolina Álvarez de Toledo, presidenta de la patronal vizcaína Cebek, que había hablado con varios empresarios del monotema ayer tras volver de Sevilla.
«Hemos cambiado las citas de día», dicen en el dentista
Los teléfonos no pararon de sonar desde primera hora de la mañana. «Han llamado muchas personas para cancelar su cita del jueves, así que hemos decidido cerrar a la tarde y cambiar a todos», apuntaban ayer en un dentista del centro de Bilbao. Lo mismo se repetía en consultas de fisioterapeutas, dermatólogos, psicólogos... Muchos profesionales habían optado por modificar la agenda y despejarla el 11 a la tarde para coger un sitio desde el que ver pasar la gabarra.
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