Con hambre de victoria en San Mamés
El Athletic recibe al Celta después de más de un mes sin fútbol en La Catedral con la obligación de ganar y seguir cerca de Europa
El Athletic volverá a jugar en casa después de más de un mes de espera. El último partido de los rojiblancos fue el 14 de ... diciembre contra el Eibar y desde entonces el balón no ha rodado por la alfombra de La Catedral. Lo hará hoy frente a un Celta que tirita en la zona baja de la clasificación y que llega con el agua al cuello, justo al revés que los hombres de Gaizka Garitano, que necesitan mantenerse arriba y aproximarse a los puestos europeos, de los que ahora mismo les separan dos puntos. Con los deberes en la Copa hechos, a la espera de medirse al Elche el miércoles, los bilbaínos no pueden perdonar la vida a un rival que se viene abajo con el primer empujón.
Entre el Athletic y el Celta existe una curiosa conexión desde que Garitano se sentara en el banquillo de San Mamés. Ambos equipos viven en dos mundos distintos a raíz de aquel partido disputado en Balaídos el 7 de enero de 2019, hace ya justo un año, cuando los rojiblancos se impusieron por 1-2 y cambiaron el rumbo de su destino. También lo hicieron los celestes, pero con una tendencia a la baja. Mientras que los vizcaínos emprendieron una espectacular escalada y casi acabaron metiéndose en Europa, los gallegos se metieron en una espiral de derrotas y malos resultados que por poco les costó la categoría. Salvaron los muebles sobre la bocina y este año las cosas tampoco les van mejor. Basta con detenerse en un dato para recrear el abismo que separa a los rivales de esta tarde: en 40 jornadas disputadas desde aquella tarde en Balaídos, el Athletic ha sacado 31 puntos más que el Celta, marcado cuatro goles más y encajado 31 menos. ¿Consecuencia? Unos pelean por Europa y otros por la salvación.
En cualquier caso, el pasado no juega y los rojiblancos deben extremar la atención ante la visita de un rival herido y necesitado. También es verdad que están con confianza, que juegan en casa, su fortaleza particular y campo en el que solo han perdido un partido en lo que va de Liga. Además, apenas han concedido tres goles en nueve encuentros y su sistema defensivo está hecho de acero puro. Argumentos más que sólidos como para asumir la obligación de vestirse de protagonistas, empequeñecer al Celta y sumar tres puntos vitales con el objetivo de seguir alimentando sus aspiraciones continentales. Además, podría ser una jornada muy especial para Iker Muniain, recién salido de una lesión muscular, quien en caso de disponer de minutos disputaría su partido 400 con el Athletic. Un número que le sitúa entre los 17 jugadores con más encuentros en la historia del club con apenas 27 años.
Sin Simón, con Dani García
Habrá que ver las intenciones de Garitano y los integrantes de un once que, con toda seguridad, será muy reconocible. Cuesta pensar en una defensa con tres centrales, aunque en algunos entrenamientos de esta semana probó con ella y también con la línea de cuatro. Le dio buenos resultados en el Bernabéu y en el Pizjuán, pero explicó que se trata de una fórmula pensada para partidos muy concretos. El deriotarra no podrá contar con Unai Simón, baja por unas paperas, Aduriz y Óscar de Marcos, lesionado de larga duración. En cambio, sí tiene a Dani García, libre de su proceso febril, y a Raúl García, quien dio el susto en la sesión del miércoles al recibir un golpe que le hizo retirarse antes del tiempo. Por su parte, Óscar García Junyent, técnico celeste, viene sin Hugo Mallo, Juncà y Villar, aunque recupera a Araujo y trae a Jeison Murillo, su último fichaje.
Los gallegos encadenan cinco jornadas sin ganar y los vizcaínos cuatro, pero las sensaciones son muy diferentes en el vestuario del Athletic. Sacar sendos empates en el Bernabéu y el Pizjuán reforzó a los hombres de Garitano, mientras que los vigueses no puede decir lo mismo tras igualar con Osasuna, Mallorca y Valladolid y perder ante Levante y Leganés. Además, sus 16 goles en 19 jornadas les convierten en el tercer peor equipo anotador del campeonato. Y atacarán a la tercera defensa menos goleada de la Liga. El Athletic se siente bien, fuerte, con ganas de abrir por fin las puertas de San Mamés y regalar la primera victoria del año a su afición.
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