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El El próximo 11 de abril puede ser un día histórico para la ría de Bilbao. Si el Athletic ganase la final de Sevilla, hasta 160 embarcaciones acompañarían a la gabarra y remontarían el curso fluvial -desde Las Arenas hasta el Ayuntamiento-, en una colosal ... fiesta que congregaría a decenas de miles de aficionados en las zonas ribereñas. Una estampa que no se repite desde el 7 de mayo de 1984, cuando los rojiblancos hicieron doblete con Javier Clemente en el banquillo.
Esta vez, el acontecimiento social sería, en esencia, muy parecido al de hace 40 años: un baño histórico de masas con la plantilla del Athletic como protagonista y la ría como escenario. Sin embargo, han pasado cuatro décadas, y las exigencias legales y de seguridad han evolucionado a más restrictivas. Todo hace pensar que, si llega el momento de pasear el trofeo de Copa por el Gran Bilbao, tanto la flota de barcos que arrope a los jugadores como la marea humana que se agolparía en los márgenes del curso fluvial deberían seguir unas normas específicas que no existían a mediados de los años 80 y que están ya definidas.
Precisamente ayer hubo una reunión entre las instituciones involucradas en preparar, supervisar y controlar la posible celebración. Capitanía Marítima, Autoridad Portuaria y Athletic revisaron y perfilaron el posible operativo. Ahora mismo, la idea es limitar la comitiva marítima a un máximo de 160 embarcaciones, aunque hay que tener en cuenta que unas 40 son fijas y forman parte del propio dispositivo. Hablamos del remolcador o remolcadores que empujarán la gabarra, los barcos de la organización, seguridad y otras naves portuarias que tendrían que estar en la ría en ese momento de forma obligatoria.
Quedarían, por lo tanto, 120 plazas libres para barcos de acompañamiento. Se admitirían todo tipo de naves: desde veleros y otras de recreo hasta las dedicadas a la pesca, pasando por embarcaciones turísticas o de alquiler. Todas tendrían que tener su documentación en regla y, obviamente, cumplir con el requisito del número máximo de personas que pueden ir a bordo. Además, deberían cumplir los requisitos habituales: titulaciones de los patrones, chalecos salvavidas suficientes...
La Guardia Civil ya ha apuntado que sus efectivos (que tienen competencia en la ría) estarían vigilantes para que se cumpliese la legalidad. «Se está preparando un robusto dispositivo de seguridad para garantizar que todo discurriese con normalidad durante la celebración», apuntan fuentes del Cuerpo.
Pero hay más. Se producirían también limitaciones en tierra. En los puentes, por ejemplo, donde se controlaría el aforo y el movimiento de personas. Se quieren evitar imágenes como las de 1984, cuando hubo cientos de hinchas agolpadas en el mismo borde de la ría, con jóvenes que cayeron accidentalmente o se lanzaron al agua, al paso de los jugadores. Por todo ello también se vigilaría, especialmente, los puntos del recorrido en los que no hay barandillas y las aglomeraciones que pudieran resultar especialmente peligrosas. En esta parte del operativo, tendría relevancia la labor de las policías municipales y la Ertzaintza.
Si el número de barcos interesados en formar parte de la comitiva desbordase las previsiones, el Athletic establecería, de tener que organizar ese desfile, un sistema de sorteo, una vez comprobado que las embarcaciones cumplen la normativa. La inscripción, casi seguro, se haría a través de la web del club. Este proceso garantizaría el anonimato de los solicitantes. Además, Ibaigane se reservaría el derecho a denegar la participación de alguna embarcación si observase algo raro (fines publicitarios, si se prevé que pueda generar algún conflicto...).
¿Qué más datos se saben del operativo marítimo? Hay aún cosas por concretar, pero la hoja de ruta prevé que se zarparía a las 16.30 de Getxo, del muelle situado junto al Real Club Marítimo del Abra-Real Sporting Club, aprovechando la pleamar. Las embarcaciones participantes tendrían que estar en el lugar de salida dos horas antes. El recorrido duraría más de 120 minutos. En el Ayuntamiento se desembarcaría para estar allí un máximo de 30 minutos (de 18.30 a 19.00). Y habría barcos que por sus características (mástiles o dimensiones) no podrían realizar todo el recorrido y se irían quedando amarrados o fondeados por el camino.
Por otro lado, también es probable que las principales traineras vizcaínas acompañen a la comitiva. Varios clubes han mostrado a la federación de remo su disposición a participar en los festejos. Queda por concretar si estas embarcaciones que carecen de motor computarían o no, a la hora de cumplir el límite de 160 barcos.
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