Athletic-Girona, una fiesta del fútbol
Una victoria ante el equipo de Michel sería la mejor inyección de moral para los rojiblancos en este momento clave de la temporada
El Girona y el Athletic son, sin discusión y por este orden, las dos sorpresas más agradables del campeonato; de largo, los equipos que más ... han progresado de un año a otro. Lo de los catalanes es algo casi milagroso, y más si se tiene en cuenta que ascendieron a Primera en 2022: llevan 26 puntos más de los que llevaban la pasada temporada en la jornada 24. Su despegue ha sido tan fantástico que acabaron la primera vuelta con solo un punto menos (48) de los que lograron en toda la Liga anterior (49). Los pupilos de Valverde, por su parte, acumulan 14 puntos más, una cifra importante y muy significativa para un equipo que, en los dos últimos años, se ha quedado fuera de Europa por márgenes muy estrechos: dos puntos en la campaña 2022-23 y cuatro en la 2021-22.
Números aparte, el Athletic y el Girona han sido el foco de atracción de la Liga por su propuesta de juego. Más allá de las diferencias, que no son tanto de estilo o de conceptos como de jugadores, hablamos de dos equipos valientes con un ritmo de juego muy alto y una mentalidad ofensiva innegociable que comienza por su presión alta. Salvo que uno de los dos tenga un mal día y el otro imponga su ley sin grandes problemas, cuando chocan entre sí este tipo de conjuntos suelen producirse, por pura inercia, partidos abiertos y alegres, con emoción, goles y alternativas, de esos que dejan a los espectadores atados a los asientos.
Pensemos, sin más, en los dos últimos choques entre los de Míchel y los de Valverde. El que se jugó en San Mamés la pasada temporada y terminó 2-3 fue un lío monumental en el que el Athletic se pegó varios tiros en el pie y acabó claudicando ante un rival más frío y con mejor caligrafía. El de Montilivi el pasado 27 de noviembre fue un duelo de altísimo nivel que pudo ganar cualquiera de los dos y terminó en empate. Míchel, como muchos recordarán, aseguró en vestuarios que el Athletic había sido el mejor equipo que había pasado por Girona; una afirmación que molestó a los madridistas de piel más fina, ya que los de Ancelotti eran -y todavía son, ahora ya por dos veces- los únicos que habían ganado a los catalanes esta temporada.
9 victorias
consecutivas sumaría el Athletic en San Mamés de ganar esta noche.
El partido de esta noche tiene, pues, los mejores ingredientes. De los futbolísticos, no hay más que decir porque todo está dicho. Y respecto a la importancia de los puntos basta con echar un vistazo a la clasificación. Para los de Míchel, la victoria significaría situarse a tres puntos del Madrid y mantener la distancia de cinco con el Barça, tercer clasificado. Y para los de Valverde, volver a entrar de lleno en la pelea por la Champions. Ni más ni menos.
Alguien dirá que los dos equipos han estado más brillantes en otras fases de la temporada. Cierto. Ahora bien, el hecho de que tanto el Athletic como el Girona no estén pasando su mejor momento, que unos vengan de un empate horrible ante un colista con diez y los otros de un soberano repaso en el Santiago Bernabéu, al que acudieron en busca del liderato, añade a la cita de esta noche un punto suplementario de interés. El que gane saldrá muy reforzado en su autoestima.
Ninguno de los dos equipos está en su mejor momento, pero eso añade interés al choque
Encrucijadas
Este tipo de refuerzos psicológicos son fundamentales en determinados momentos de la temporada en los que se abren algunas encrucijadas. En el caso del Athletic, hay que tener cuidado con este tipo de momentos. Cualquiera que conozca un poco a los rojiblancos sabe de qué manera tan fácil y sorprendente, a veces inexplicable, pueden entrar de improvisto en un bache. Esta temporada no lo ha hecho y su regularidad está a un nivel desconocido desde hace al menos siete años. Pero el temor sigue ahí, en el fondo del armario.
De ahí que el partido de hoy sea tan importante. Ganarlo supondría un espaldarazo magnífico para los de Valverde. Les elevaría de nuevo antes de enfrentarse al Betis, sexto clasificado, y sobre todo de encarar la vuelta de la semifinal de Copa. En ese partido del 29 de febrero, los rojiblancos deberán hacer valer su potencial en San Mamés, donde están firmando unos resultados espectaculares. De hecho, llevan ocho victorias consecutivas. Conseguirla la novena ante un rival como el Girona sería todo un golpe de autoridad en la mesa. Y ya se sabe que la autoridad es clave para lograr objetivos, sobre todo los grandes.
¿Qué supondría perder el partido? Es difícil saberlo. En realidad, todo dependería de cómo llegase esa derrota, si por mala suerte tras un gran partido o porque los pupilos de Valverde se la ganaron a pulso demostrando una clara inferioridad. En este caso, habría que empezar a torcer el gesto recordando las oportunidades perdidas del Athletic en las últimas jornadas. Sea como fuere, mejor no adelantar acontecimientos. Si algo no admite dudas es que San Mamés acoge esta noche uno de los partidos más bonitos que se pueden ver en este momento en la Liga, una verdadera fiesta del fútbol. Valverde contará con toda su tropa, sin excepciones, y Míchel también, aunque quizá haga algún movimiento de ajuste tras el 4-0 del Bernabéu.
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