El Athletic, un equipo con mucha fe y pocos triunfos
El Athletic se siente fuerte y pleno de confianza pese a ganar solo dos partidos en dos meses está en cuartos de la Copa y a tres puntos de Europa
robert basic
Jueves, 30 de enero 2020, 00:57
A pesar de ganar solo dos partidos en los últimos dos meses, a un par de Terceras como Intercity y Sestao, el Athletic está ... acomodado en los cuartos de final de la Copa y en la Liga le separan apenas tres puntos de Europa. La confianza que transmiten los hombres de Gaizka Garitano es absoluta y es la gasolina que mueve su motor, que sin embargo anda un tanto corto de cilindrada y potencia a la hora de superar a sus adversarios. Los hombres de Gaizka Garitano pueden hacerlo mejor o peor, pero jamás se descomponen y es justo ahí donde radica la fuente de su energía: en su dureza, su capacidad de sufrimiento y una fe a prueba de balas que rellena las lagunas ahuecadas por sus errores.
Si algo ha demostrado el Athletic es que en manos de Garitano se ha hecho duro. Le cuesta ganar, pero también cuesta ganarle. Su fútbol es el que es y los problemas que conlleva están ahí -dependencia de un reducido número de jugadores, falta de gol, creación limitada, dificultad para vencer...-, pero aun así se siente poderoso y seguro. Es el tercer equipo menos goleado de la Liga, solo ha perdido una vez en San Mamés, contra el Valencia, es el quinto mejor equipo en casa y el que menos ha encajado como local: apenas cuatro tantos en 10 jornadas. Y sigue adelante en la Copa, competición en la que ha hecho 11 dianas y apenas encajado cuatro. Eso sí, no hay que perder de vista que los ha conseguido ante dos rivales de Segunda y dos de Tercera.
Sólo 4 derrotas en 25 partidos
Una de las claves de este Athletic es que está con muchísima confianza y sabe lo que hace. Es consciente de sus limitaciones, de lo que es capaz y hasta donde puede llegar, pero se ajusta al guion de su entrenador e interpreta su papel a pies juntillas. Resulta difícil hacerle daño, desmontarle, como lo demuestra el hecho de que solo ha perdido cuatro de los 25 partidos disputados entre Liga y Copa. Es más, únicamente el Atlético ha sido capaz de doblegarlo por más de un gol de diferencia (2-0). Los rojiblancos se sienten cómodos en su piel de trabajadores estajanovistas y también pletóricos pese a las taras de su juego, que palían con cantidades industriales de entrega y una actitud encomiable.
Dos meses, dos victorias
Hay muchas luces en la vida de este Athletic, pero también está su territorio de sombras. Resulta que el equipo solo ha ganado dos de los últimos diez partidos disputados, ambos en la Copa y contra rivales de Tercera -Intercity y Sestao-. El resto del balance es de siete empates y una derrota, la sufrida ante el Betis en la primera semana de diciembre. Contra el Elche y el Tenerife, dos Segundas, hubo que jugar sendas prórrogas y luego ir a la tanda de penaltis para avanzar en el torneo. A los bilbaínos les cuesta un mundo vencer, pero para que pierdan el contrario debe deshidratarse en el campo. Equilibrio que les mantiene enganchados a todo. A pesar de estas dificultades, los rojiblancos están en los cuartos de final del torneo del k.o. y en la Liga, donde no conocen la victoria desde el 1 de diciembre cuando tumbaron al Granada y encadenan seis choques sin ganar, están a un tiro de piedra del sexto.
Lekue, Vesga, Villalibre
No es ningún secreto que Garitano confía en un reducido grupo de futbolistas que, además, soporta una tremenda carga de minutos. Dani García no se ha perdido ni un segundo en la Liga, jugó todo en Sestao y Tenerife, Williams tampoco para, Raúl García, Iñigo Martínez, Yeray, Yuri, Capa... Pero poco a poco empiezan a asomar jugadores con los que no contaba para nada y que ahora comienzan a adquirir un rol interesante. Se trata fundamentalmente de Mikel Vesga, Iñigo Lekue y Asier Villalibre, este último autor de dos goles en Las Llanas, uno en Cornellá y también ejecutor perfecto desde el punto de cal en el Martínez Valero y el Heliodoro. El mediocentro alavés ofrece lo que le pide su técnico y el lateral bilbaíno se destapó en Tenerife con una actuación soberbia, solo empañada por el penalti cometido en el último suspiro de la primera prórroga. Ver a estos hombres en las alineaciones, como a Núñez, ya no se hace nada extraño.
Copa y Europa
Con menos de cuatro meses de competición por delante, habrá que ver cómo gestiona Garitano el cansancio de sus figuras -hay siete fijos por encima o muy cerca de los 2.000 minutos- y qué respuesta dará el equipo en momentos clave. No hay dudas de que el Athletic quiere llegar lejos en el torneo del k.o. -el vestuario ha consagrado el año a este fin- y acabar en los puestos europeos. Lleva dos temporadas fuera del escenario internacional y urge volver para ganar en visibilidad y también para administrar una inyección económica al club. El equipo está a tiempo de todo y llega el momento de la verdad. Se siente fuerte, poderoso, invencible, y sus rivales lo saben.
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