El Athletic busca su gran noche

Sea como fuere, hay que dar por descontado eso que se llama un ambiente de gala; expresión curiosa que ha cambiado de significado con los años. En los viejos y gloriosos tiempos, hacía referencia a que los aficionados rojiblancos llenaran las gradas de San Mamés, elegantes como siempre, con sus abrigos, sus sombreros y hasta paraguas si era necesario, y desde luego con el paladar especialmente afilado, exigiendo más que nunca a su equipo precisamente porque el reto al que se enfrentaba era mayor. Ahora el ambiente de gala se traduce en un campo lleno de hinchas uniformados con las distintas camisetas del equipo que el merchandising del club ha creado en los últimos años y una voluntad superior de ánimo y apoyo a los jugadores ante la dificultad de la empresa.

Es cierto que el Barça conoce muy bien ese tipo de escenarios y que está acostumbrado a los ambientes hostiles; de manera que no hay que esperar que se amilane en un partido que Xavi calificó ayer de «partidazo» y «guerra futbolística». Lo que sí hay que esperar es que el aliento de las gradas propulse al Athletic a competir con la mayor intensidad posible. Se pueden hacer muchas lecturas sobre las claves de este gran clásico de la Copa, pero sobre una de ellas hay unanimidad: los rojiblancos necesitan realizar un despliegue físico y anímico de primer orden. Alguien dirá que lo necesitan siempre, que su competitividad pasa inevitablemente por sostener esa actitud en cada partido, pero es obvio que, cuanto mayor sea la calidad del rival, esa necesidad se acrecienta. Y el Barça de Xavi, por mucho que parezca más vulnerable que otros años y no termine de jugar con regularidad a un alto nivel, tiene futbolistas como para hacerle un destrozo a cualquiera en un momento dado.

El Athletic tiene excelentes referencias cercanas para encarar como es debido el duelo de esta noche. La mejor, sin duda, la victoria del pasado 16 de diciembre ante el Atlético. La manera en que Valverde ha preparado la cita de esta noche es, por supuesto, absoluto secreto de sumario; como lo es casi todo en el club. Ahora bien, puestos a especular, tampoco se puede descartar que el técnico rojiblanco haya puesto a sus jugadores el vídeo de la primera parte del partido ante el equipo de Simeone. Sería una visión euforizante -como ver 'Braveheart' o el discurso de Aragorn ante la puerta negra de Mordor- y, desde luego, muy instructiva. Y es que las posibilidades de los rojiblancos de alcanzar hoy las semifinales pasan inexcusablemente por realizar un despliegue de energía similar al que brindaron ante los colchoneros. Vamos, que no es el día para acusar el desgaste de la cuesta de enero, como sucedió en Valencia.

Esa presión asfixiante, jaleada por un público entregado, que comenzaba con los cuatro jugadores del frente de ataque, seguía con los dos medios centros -aquel día Beñat Prados y Herrera- y terminaba con una defensa adelantada atenta en cada quite y muy afilada en las anticipaciones fue decisiva. Y todo indica que volverá a serlo esta noche. El Athletic está obligado a ganar la batalla en la medular para poder explorar las debilidades del equipo de Xavi en su retaguardia, donde su rendimiento ha empeorado de forma considerable. Un sólo dato: en la pasada temporada, los azulgranas sólo encajaron 7 goles en las 20 primeras jornadas de Liga, una cifra extraordinaria. Ahora llevan 24. En fin, que dejando a un lado el acierto en las dos áreas, que al final es lo que siempre decanta los partidos, la clave va a estar en que los rojiblancos no dejen jugar a un Barcelona que, cuando se activa en condiciones, sigue dando miedo. Que se lo pregunten al Betis

Ningunos de los dos técnicos ha dado pistas sobre las alineaciones. En el caso del Athletic, la gran sorpresa -y todo un incentivo moral para el equipo- es el regreso de Iñaki Williams tras su viaje relámpago ayer noche desde Costa de Marfil. Lo normal sería que comience el partido en el banquillo. Agirrezabala continuará en la portería, de manera que será inevitable que se reabra el debate sobre la paradoja de que Unai Simón deje de jugar algunos de los partidos más apasionantes de la temporada y, desde luego, los únicos en los que su equipo está aspirando realmente a un título. Por lo demás, las dudas -Valverde ha convocado a todos los futbolistas disponibles- se concentran en el centro del campo, ya que Galarreta y Vesga no entrenaron con el grupo el lunes y andan un poco tocados, lo mismo que Berenguer.

En el caso del Barça, todo indica que Xavi apostará por un once muy similar al que ganó en el Villamarín. Desde luego, no parece que vaya a tocar nada en la medular (Gundogan, Pedri y De Jong) o en la delantera (Ferrán, que dice estar en el mejor momento de su carrera, Lewandovsky y Yamal). El interrogante es si cambiará algo en la defensa para dar entrada a Cancelo y Christensen, que ayer volvieron a la convocatoria. Si entra alguno de los dos, el sacrificado sería el joven Cubarsí.