«Aunque parezca mentira, trago mejor los melones que las uvas»

- Actor, presentador, empresario, productor teatral, profesor universitario... ¿Quién es a estas alturas?

- Pues todos esos. Son fruto y momentos de mi vida. No soy sino una suma de las diversas cosas que he hecho durante toda mi vida.

- Amo de los concursos, ¿se siente la ruleta de la fortuna?

- No, no, no. ¡Jamás me he considerado amo de los concursos ni tengo ganas de serlo de nada! Déjate. Estoy así a gusto, tranquilo y relajado.

- Con tantos millones como ha repartido, ¿cuántos sobres le han caído?

- Me temo que para eso hay que estar instalado en otras esferas, ja, ja. A los actores y presentadores nos caen nóminas y después nos cae Hacienda encima, pero sobres, pocos.

- Con tantas campanadas a sus espaldas, ¿qué se le atraganta al señor de las uvas?

- Pues las uvas mismas. Con pepitas o sin ellas, soy incapaz de tragármelas. O sea que... Voy a tener que sustituirlas en la próxima convocatoria por melones. Aunque parezca mentira, los trago mejor.

- ¿Se puede andar en misa y repicando?

- Pues no lo sé, porque jamás he sido cura. Ni siquiera monaguillo. Así que este refrán me pilla lejos.

- Además de la ceja, ¿qué más cosas sigue levantando?

- Pues las que te puedes imaginar, aunque no sé si te haría ilusión.

- ¿Mal cuando ande de ceja caída?

- Ah, esta expresión tampoco me la conocía. Va a ser como la de los curas. Tengo mucho que aprender. ¿Ve? Me acaba de dar otro motivo para seguir viviendo largo tiempo.

- Triunfa con su último montaje ‘Cinco y... acción’. ¿En el escenario se queda con la chica del tiempo o las ‘chicas pasatiempo’?

- Me quedo con las chicas, que son mi complemento: mis hijas y mi mujer. El resto me interesa poco.

- ¿Las citas a ciegas le parecen demasiado oscuras?

- Son muchas veces ideales porque casi siempre ocurre que el corazón ve mucho más que los ojos.

- ¿Las suyas han sido siempre muy transparentes?

- Digamos que son traslúcidas.

- ¿Sólo a veces triunfa el amor?

- El amor triunfa siempre finalmente, aunque tenga que ser en la otra vida. Pero, como decía el comandante Maximus, «alcanzaremos nuestra venganza en esta vida o en la otra».

- ¿Quién es menos de fiar, Cupido o Celestina?

- Siempre he pensado que Celestina y Cupido son la misma persona.

- Me quedo con una pregunta que ya le hicieron. ¿Las ‘ex’ le excitan?

- Esa pregunta debió hacérmela, la verdad, un periodista que debe tener más de una ‘ex’ porque cuando me la hizo le noté ‘ex-citado’. A mí, tal vez porque no soy periodista, ja, ja, no se me reproduce el problema.

- Con teatro propio, el Reina Victoria de Madrid, ¿ahora se programa a la carta?

- No. Me sigo programando en función de la carta de los espectadores. Es la única carta que se impone incluso en los restaurantes Michelin.

- ¿En todas relaciones, ya sean personales o profesionales, le gusta ejercer la jefatura?

- Tengo que aprender mucho de eso, porque nunca he sido jefe. Soy más bien compañero. Yo me siento bien así. No sé si el resto del mundo se sentirá del mismo modo conmigo.

- Puestos a comprar, y dado lo que se gastó, ¿no hubiera preferido una isla privada a un teatro?

- Al pedir un préstamo, me temo que el banco me lo dio para comprar un teatro, no la isla. No hubiera sido mal negocio si después Mediaset hubiese ido allí a rodar ‘Supervivientes’. No fue el caso.

- ¿Sobera es un personaje en toda regla o un simple verso suelto?

- Me gusta pensar que soy un verso suelto. De hecho, me comporto siempre así aunque respetando el verso de las estrofas.

- Ha presentado ‘Atrapa un millón’, pero se ha llevado muchísimos más. ¿Sabe digerir la pasta?

- La verdad es que no me he llevado muchísimos más y digiero bien la pasta. ¡Ojo, si es italiana ‘legítima’ y está preparada con aceite y ajo! Ya cuando les ponen salsas...

- ¿Y a fuego lento?

- O a fuego rápido, ¿sabes? Yo, dependiendo del caso, necesito mucho tostón o poco.

- Confiese: ¿Es el álter ego de Constantino Romero y Jordi Hurtado?

- Pues hombre, no son malos ejemplos para intentar ser su álter ego, aunque entiendo que en el fondo los tres somos bastante diferentes.

- Antiguo profesor de Derecho Civil, ¿Sobera es de ley?

- De ley y de orden. Pero también soy de los que piensan que de vez en cuando conviene un poquito de desorden y, más a menudo, un cambio de ley.

- Protagonista de la pantalla pequeña, ¿de qué cadena es de la que más tira?

- De televisión, porque en el baño hace tiempo que me pusieron un artilugio moderno (risas) y ya no tengo que tirar de ninguna. ¡Mira que era un buen ejercicio, eh!

- ¿Lleva una vida de ‘televasión’?

- Bueno, llevo una vida evasiva.

- ¿No se cansa de que le vean a todas horas?

- Tampoco es tanto. Seguro que hay personas que tienen que aguantar más a sus parejas que lo que los espectadores me soportan a mí. Y aun así están juntos muchos años.

- ¿Vive a corto plazo?

- Nunca. Pienso a todas horas en el futuro desde que tengo hijas. En lo que a mis necesidades se refieren, sí soy más ‘cortoplacista’.

- ¿Uno es víctima de sus fracasos o de sus éxitos?

- Uno es más víctima de sus éxitos porque los fracasos te suelen enseñar cosas importantes. Los éxitos, por el contrario, te suelen instalar en la tontería.

- ¿Este país necesita amor o humor?

- Ambas. El humor lo estamos perdiendo y con el amor... Tenemos que empezar una carrera rápida porque se nos empieza a acabar el tiempo.

- ¿Le tiran muchas piedras por el éxito conseguido?

- Alguna me cae, pero no me quejo. Me tiran pocas en general. Debe ser porque hay tipos y tipas que tienen más éxito que yo y concentran todas las tiradas de piedra.

- ¿Convertiría esta modalidad en deporte olímpico?

- En España seríamos campeones, sin duda alguna.

- Aspirante a dibujo animado, ¿se ve más como Oso Yogui o Pepe Pótamo?

- Como Pepe Pótamo. Fue mi ídolo de pequeño por esa capacidad que tenía para escapar en globo. ¡Buah!