«Me divorcié y dije '¿y ahora qué hago?' Pues tengo que volver»
La hija de Rocío Dúrcal y Junior regresa al Campos Elíseos con una pieza de suspense. «Conviví de niña con el espíritu de una monja», descubre
Carmen Morales lo tiene claro. No ambiciona el éxito, y mucho menos la fama, porque es «muy peligroso». «Me queda mucho por demostrar», confiesa.
- ¿ ... Qué fue de Carmen Morales?
- Pues Carmen Morales decidió retirarse durante un tiempo para dedicarse a su vida personal.
- ¿Para qué?
- Necesitaba estar con mi hijo para que no le faltara de nada. Esa ausencia que yo sí tuve con mi madre, con mis padres, quería que no le ocurriera a él. Me casé y gracias a eso pude entregarme a mi vida personal. Fueron 12 años.
- Un buen trecho.
- Mi hijo creció muchísimo, luego me divorcié y dije '¿y ahora qué hago?' Pues tengo que volver a...
- ¿Por qué vuelve?
- Necesitaba encontrar esa esencia que había dejado aparcada y que tanto he amado siempre. Ese gusanillo artístico siempre está dentro. Decidí que quería volver.
- Bienvenida.
- Tardé dos años en encontrar trabajo hasta recibir un maravilloso audio del director Juan Carlos Rubio. Nunca habíamos trabajado juntos y él tenía ilusión de hacerlo conmigo. Obviamente, le dije 'sí, a lo que quieras'.
- Alimentó el misterio durante mucho tiempo.
- Sí, sí, sí. Desde que contactamos hasta que por fin pudimos leer la obra pasó como un año.
- El misterio rodea su vida. ¿Convivió junto a sus hermanos en casa con el espíritu de una monja metida en un reloj antiguo?
- Todo el mundo dice que estoy loca, pero es verdad.
- Cuente.
- Mis padres recibieron ese reloj como regalo de bodas. Daba miedo cada vez que sonaba. 'Clon', 'clon', escuchábamos. Era un horror. Vivíamos en Torrelodones, en el campo, y todos vimos a la monja en diferentes momentos de nuestras vidas. El que no nos quiera creer, que no nos crea, pero es así.
- Suena muy peliculero.
- Contratamos a una médium y nos dijo quién era ese espíritu. Se llamaba Cristina, era la monja que daba cuerda al reloj en un convento de Ávila de no sé qué siglo. Al de un tiempo dejó de venir y ya no volvimos a verla.
- Hija de Rocío Dúrcal y Junior, ¿no es una 'niña de papá', sino de papás?
- Ja, ja. Sí. Pero no con la connotación que conlleva ser 'niña de papá'.
- ¿En qué sentido?
- Mis padres hicieron muy buen trabajo a la hora de educarnos. Por narices tuvimos que estudiar muchísimo.
- De entrada, ¿lo tuvo más fácil, por ser hija de quien era?
- No lo crea. Al principio no tenía ni idea de qué quería ser o hacer en la vida. Mi madre quiso que estudiásemos hasta el final, lo que viene siendo la universidad.
«El talento sí se hereda»
- ¿Qué estudió?
- Comunicación Americana. El único casting al que me presenté de actriz fue como '¡buf'!, no me lo van a dar ni de coña'. Se presentaron más de 200 crías para lo mismo. Y yo me llevé ¡'Al salir de clase'!
- ¿El talento se hereda?
- Yo creo que sí. Se lleva adentro, y luego lo vas explotando.
- ¿Se viene abajo a las primeras de cambio si no suena el teléfono?
- No es una cosa mía solamente, es algo generalizado. Siempre estamos de examen y con dudas.
- ¿Piensa como Feijóo, el presidente del PP, que las vacaciones están sobrevaloradas?
- (Risas). Antes de empezar otra vez 'Querida Agatha Christie' tuvimos ocho semanas de parón, esas fueron nuestras vacaciones. Ni tan mal. Las pasé descansando en casa, leyendo y estando con mis peluditos, que tengo muchos.
-¿Cuántos?
- Tres perras y cuatro gatos. Así que... ¿sobrevaloradas las vacaciones? Pues yo qué sé.
- ¿Escucha más de lo que hablas?
- Por igual, hablo mucho, pero también soy buena escuchando.
-¿Espera grandes cosas de sí misma?
- Sí, hay que ser exigentes para superarnos siempre, nada de estar en el punto vago o relajado. Me gusta estar tensa y exigirme pero sin hacerme daño.
- ¿Se cansa de sí misma?
- No, no. Me gusta estar conmigo misma y disfrutar de esos momentos de soledad elegida. Con tanto ajetreo, hay que echar el freno y escucharse a sí misma. Al cuerpo y a la mente.
- ¿Le fascina el arte de seducir?
- Me fascina el arte de seducir y que me seduzcan también. Pasa que ahora estoy cerrada en banda. Ja, ja.
- ¿Por qué?
- Porque no tengo ni una gana de seducir ni de que me seduzcan. 'Enough is enough'.
- ¿Nada es para tanto?
- Ja, ja. ¡Qué buenas preguntas, madre mía! Hay que saber ubicar las cosas en su justa medida.
- ¿Es una artista con todo demostrado?
- Para nada, me queda mucho por hacer. Tengo absoluta ansiedad por trabajar.
- ¿El truco de la vida está en saltarse las normas?
- Soy una mujer a la que le gusta muchísimo la disciplina, soy muy cuadriculada. No estoy cómoda saltándome las normas.
- ¿De cerca nadie es normal?
- Todos tenemos una fachada más tensa o relajada, pero hay asuntos que hasta que no conoces a una persona más a fondo...
- ¿Hay cosas que no se pueden contar ni a las mejores amigas?
- A las mejores no se les debe ocultar nada, con ellas no hay secretos. Me gusta ser muy transparente.
- ¿Ambiciona el éxito?
- El éxito de burbuja y fama es muy peligroso.
- ¿Cómo se ha mantenido al margen de los paparazis?
- Somos una familia muy abiertas. No tengo nada que ocultar, pero cuando 'hacen guardias' para robarme unas fotos... A eso se le llama espionaje.
- Se le ve feliz. ¿Es lo que parece?
- Yo soy lo que soy, sí, y además estoy convencida del famoso 'la cara es el espejo del alma'.
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