Los holandeses anteponen el orden a levantar pasiones

No lo tenía fácil DFP Fireworks, de Países Bajos, después de la exhibición de la víspera. Su montaje fue un ejemplo de orden y equilibrio, pero le faltó la chispa necesaria para levantar pasiones entre el público que, una vez más, desafío al mal tiempo para asistir a los fuegos y volvió habiéndose quedado un poco a medias.

El color fue su principal baza a lo largo de las series a concurso, un espectáculo generoso que se prolongó 18 minutos -el mínimo son 15-. Medusas, palmeras... No tiraron, sin embargo, todas las figuras prometidas y eso se tradujo en que la multitud no reaccionó hasta prácticamente la traca final, donde, ahí sí, se notó que los holandeses echaban la casa por la ventana.