Los conciertos de Aste Nagusia: «Ver a Iggy Pop en Bilbao fue algo mágico»
Para Francis Díez (Dr. Deseo) y Cris Lizarraga (Belako) no habría fiestas sin las actuaciones oficiales y las de las txosnas
pello zupiria
Sábado, 22 de agosto 2020, 15:58
Fiestas y música siempre van de la mano. En Bilbao los conciertos gratuitos y al aire libre suelen ser uno de los platos fuertes de ... la programación y los bilbaínos no contemplan la Aste Nagusia sin actuaciones en vivo. Tampoco los dos músicos que comparten con EL CORREO su particular recuerdo de los festejos: Francis Díez -Doctor Deseo- y Cris Lizarraga -Belako-. De generaciones diferentes, ambos se han convertido en artistas de referencia en todo el mundo. La pregunta es la misma: «¿Qué concierto de fiestas no olvidará jamás?».
Los recuerdos se mezclan como las personas en un pogo de un concierto de rock. Francis, que ha vivido más ediciones, tarda un poco más en rebuscar en su memoria. Al final, da con tres actuaciones «inolvidables». «La primera sería la que ofreció Manu Chao en la plaza del Gas en el año 2001. Recuerdo que se anunció que iba a estar a tope de gente, pero al final fue todo muy bonito y emotivo», confiesa el cantante. El segundo lugar del pódium se lleva la actuación de Iggy Pop & The Stooges del 2005 en Botika Vieja. «Verle junto a los hermanos Asheton en mi ciudad fue algo mágico», añade Francis, quien otorga el tercer puesto a Belako, en el bolo que ofrecieron en Algara en el 2013. «Y tampoco olvidaré el que tocamos nosotros con la Banda Municipal», zanja.
Cris Lizarraga, cantante de la banda vizcaína, piensa en ese día como un «concierto para el recuerdo». Más afín a la programación de las txosnas, hay sin embargo dos actuaciones oficiales que no olvida. La primera fue la quede Skalariak en Abandoibarra en el 2007. «Estaba en Tercero de la ESO y lo di todo. Fue un directo brutal que chocó con la zona, muy de postal. El otro es el de Travis, uno de los pocos bolos de música underground», recuerda. Lizarraga cree que las fiestas han cambiado. «Están muy masificadas y suele ser escenario de agresiones y abusos. Por eso prefiero estar de espectadora, porque si veo que el ambiente está raro, me puedo ir», explica.
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