Alavés-Villarreal | Mendizorroza, 14.00 horas
El Alavés recibe a un irregular Villarreal e inicia un mes de duelos directosLos próximos partidos serán claves para afianzar su desahogada posición en la tabla clasificatoria
Tras un mes de enero brillante, el Deportivo Alavés arrancó febrero con el tropiezo frente al Barcelona. Pese a ese traspié, previsible dada la ... enorme diferencia de talento entre ambos conjuntos, el bloque vitoriano entra ahora en un mes natural clave para sus aspiraciones. Si en cuestión de treinta días ha pasado de estar a un peligroso golpe de pedal del descenso a verse con un cómodo trecho tras su escapada, en las próximas semanas -las últimas de febrero y primeras de marzo- aspira a dar la espantada definitiva y dejar vista para sentencia, a su favor, su continuidad en la máxima categoría. Ese camino empieza hoy ante un Villarreal al que ninguna cuenta enmarcaba en verano como rival directo, pero que tras más de medio curso se ha tenido que acostumbrar a convivir con las estreches de la zona baja.
«Entramos en un mes muy importante. Nos enfrentamos a rivales que están ahí con nosotros», advertía ayer en la previa el técnico del Deportivo Alavés, Luis García. Porque tras enfrentarse al Villarreal -dos puntos por debajo- y con la excepción de un Betis inmerso en la pelea por Europa, el Alavés deberá recibir al Mallorca -seis puntos por detrás-, jugar nada más comenzar marzo el derbi en El Sadar ante Osasuna -empatados a puntos- y jugar en Mendizorroza ante un Rayo que suma dos puntos menos que los albiazules. Todos «están por ahí», recordó García. «Este mes es muy, muy, muy importante», enfatizó.
En el más optimista de los casos, el Alavés habrá conseguido en ese repóker de partidos un botín acreedor de una permanencia virtual. El primer paso es derrotar a un rival directo inesperado. «Analizas la plantilla del Villarreal y dices, '¿cómo es posible que esté dos puntos por debajo de nosotros?' Es el fútbol. No contábamos con ellos, pero está ahí», reconoció el técnico. Pero el escenario y las dudas del adversario sitúan al Alavés ante la tesitura de poner tierra de por medio con otro rival directo. «Si les ganamos les dejamos a cinco puntos», recordó. Serían 29 puntos a falta de un tramo amplísimo de la segunda vuelta aún por disputarse.
«Analizas su plantilla y dices, '¿cómo es posible que esté dos puntos por debajo de nosotros?'»
García, además, recupera a dos piezas valiosas que se perdieron el partido contra el Barcelona. Kike García y Carlos Vicente, entonces fuera por precaución dadas sus molestias físicas, podrán ser de la partida. Aunque prima la precaución en un momento especialmente delicado en lo que respecta a lesiones musculares. «No con muchos entrenamientos, pero Kike y Carlos están disponibles. Eso es lo principal»», explicó el técnico sobre sus dos atacantes. Eso y la elevada competencia en sus parcelas no facilita que sean titulares. «Álex (Sola) fue uno de los mejores contra el Barcelona y Samu lleva tres goles en dos partidos. Aunque hayan entrenado, vamos a ver si los ponemos», añadió.
En el plano negativo, las ausencias por diversos problemas físicos de Carlos Benavídez y Nahuel Tenaglia. En el caso del argentino, su ausencia por «un problema muscular» podría alargarse durante más de un partido. Cree que no será grave pero que «a lo mejor» también le apea de estar contra el Betis. «Esperemos que nada más que eso». El Alavés recupera para ese puesto a Gorosabel, que causó baja por sanción ante el Barcelona, por lo que podrá encontrar en el guipuzcoano un relevo de plenas garantías para el lateral derecho. En las convocatoria han entrado los jóvenes Víctor Parada, Tomás Mendes y Egoitz.
Versatilidad
Otro nombre propio es el de Abdel Abqar. El central marroquí lleva ya una semana en Vitoria tras la eliminación de su selección de la Copa África, aunque vio desde el banquillo el duelo contra el Barcelona por falta de ritmo tras no haber tenido minutos en el torneo. Ha podido entrenar con continuidad y está mejor, aunque la competencia de Duarte en su puesto también es elevada y el técnico valora de forma muy positiva la presencia del andaluz en el centro de la defensa. «El rendimiento de Rubén está siendo muy bueno, siempre he valorado su salida de balón. La pareja de centrales que escoja es de mi plena confianza», explicó.
«Kike y Carlos Vicente están disponibles, pero Sola y Samu, también están bien»
Luis García espera un Villarreal al que «Marcelino le está dando su sello». Sobre todo, en una faceta del juego que apeló a vigilar con especial atención para evitar disgustos. «Trabaja muy bien los equipos para el contraataque. Tienen muchísima velocidad. Que no nos hagan daño en la contra si hay alguna pérdida», advirtió el técnico. También cree que su Deportivo Alavés deberá ser un equipo versátil para llevarse el triunfo. «Al Villarreal le gusta la pelota, pero se siente cómodo en bloque bajo y buscándote a la contra. Por momentos tendremos que hacer un trabajo parecido al del Barça, con presión fuerte y agresiva, pero también habrá muchos momentos de tener el balón y en los que el Villarreal nos espere», analizó García.
Marcelino tampoco encuentra la fórmula
Hasta hace poco más de un año, el Villarreal era un modelo de gestión y éxito deportivo. Disputaba la Champions tras ganar la primera Europa League de su historia y se consolidaba en la élite nacional. Pero en noviembre de 2022 Unai Emery dejó por sorpresa el banquillo de La Cerámica por el Aston Villa y desde entonces el cuadro groguet se ha instalado en la incertidumbre. Tanto, que su único objetivo para este curso es ya evitar el descenso, que tiene a siete puntos.
Para ello eligió a Marcelino. En verano renovó a Setién, pero entonces la confianza ya estaba deteriorada y fue cesado en septiembre tras cuatro jornadas de Liga. Después apostó por un perfil más discreto, el de Pacheta, pero el burgalés apenas permaneció dos meses en el cargo. Marcelino regresaba entonces a su casa. Pero entonces avisaba que no sería coser y cantar. «No me llamo Salvador ni me apellido Milagro», aseguraba. Y así ha sido.
El principal problema del equipo castellonense ha sido el de los goles encajados. Ha recibido los mismos que el penúltimo, el Granada, y solo seis menos que el más goleado de la categoría, el colista Almería. Son 45. Casi dos por partido. Su solvente parcela ofensiva, en la que destaca la pareja formada por Gerard Moreno y Sorloth, no compensa la endeblez de su zaga. Marcelino insiste desde su llegada en mejorar esa faceta, pero los resultados de momento son pobres. Derrotó al Barça, pero encajó tres goles, aunque en la última jornada empató a cero contra el Cádiz como local.
La austeridad ha marcado la política de fichajes del equipo. En verano vendió a tres jugadores importantes como Pau Torres, Nicolas Jackson y Chukwueze por casi cien millones pero apenas gastó en sus relevos. Sus cuatro fichajes de invierno -Traoré, Bailly, Guedes y Mosquera- han llegado cedidos o a coste cero. Para la directiva primó, sobre todo, cuadrar las cuentas. La apuesta no ha salido bien y el Villarreal vive atascado en una complicada época de transición a la que no ve fin.
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