Alavés

El paso adelante de un equipo en crecimiento

El central cedido por el Real Madrid, de 21 años y debutante en Primera, ha sido favorecido por las circunstancias –la lesión de Sedlar y la convocatoria de Abqar para la Copa África–, pero las ha aprovechado con un gran rendimiento que le ha convertido en el central más utilizado el técnico madrileño (1.266 minutos, diez más que el marroquí). Notable y muy regular en compañía del africano primero y de los reconvertidos Duarte y Tenaglia después. Y con la personalidad suficiente como para dejar en anécdota aquel error de Vigo que habría achicado a muchos futbolistas de su edad.

Es sexto en la escala de minutos del cuadro vitoriano. Noveno es el carrilero canario (1.169), de la misma edad y compañero en la selección española sub'21. Su tempranísima irrupción en el primer equipo, con solo 17 años, le hacía correr el riesgo de atascarse en la etiqueta de eterna promesa. Llevaba tres temporadas a la sombra de Duarte, sin ofrecer una competencia real al almeriense. Hasta esta temporada, la de su explosión. Ya supera en minutos al capitán. Sorpaso en el lateral izquierdo. Potencia ofensiva que ya sabe canalizar y prestaciones defensivas al alza.

Incluso «Antonio (Blanco), que es casi su primera temporada en Primera, porque en el Cádiz no participó mucho». Solo tres partidos antes de ser cedido por el Real Madrid al conjunto albiazul en el mercado de invierno del año pasado. Pieza fundamental en el ascenso y en la selección española sub'21 subcampeona de Europa en verano, se quedó en Vitoria, ya en propiedad, para dejar claro que a sus 23 años tiene sitio en la máxima categoría. Acompañante más habitual del comandante Guevara, forma con el vitoriano y Guridi un lujoso centro del campo que ejerce de fiel reflejo de la apuesta de Luis García en este Alavés.

Son las tres puntas de lanza del crecimiento individual en el conjunto babazorro –los tres entre los nueve con más minutos del plantel–, a las que ahora se suma Carlos Vicente (24 años), un recién llegado a Primera División que ha entrado en la categoría como un joven veterano. Lleva tres semanas en Mendizorroza y ya se ha hecho con un puesto en el once albiazul, en el que ha encajado como un guante.

Un extremo derecho forjado en el barro (Ejea, Calahorra, Racing de Ferrol) que la temporada pasada jugaba en 1ªRFEF y ahora está ofreciendo un rendimiento notable en la elite del fútbol español. Debutó en el Reale Arena, destacó en Copa ante el Betis, fue el mejor en el triunfo vitoriano en el Pizjuán y volvió a cuajar un partido notable contra el Cádiz.

«Todos tienen que ir creciendo», insiste Luis García. «Incluso Samu (Omorodion)». El joven delantero melillense irrumpió con fuerza en Primera con solo 19 años. Gol con el Granada en el Metropolitano, fichaje por el Atlético, cesión al Alavés y cuatro tantos en sus primeras once comparecencias con los albiazules. Ahora lleva siete jornadas sin marcar y en su cabeza le pesan las ocasiones erradas ante Las Palmas –también tuvo una clara ante el Cádiz–, víctima de la ansiedad y de unos focos mediáticos que habrían cegado a cualquier futbolista juvenil.

«Todo esto que le está pasando es un proceso de un niño joven. Es normal, se come mucho la cabeza cuando falla. No es Kike (García). En la madurez, digo. Kike falla y le da igual, sigue y sigue», explica el entrenador. Por detrás empuja Giuliano Simeone (21 años), recién salido de una lesión grave. «Tenemos gente muy joven que va creciendo con la competición», insiste el técnico. Y otros, como Abqar (24), que, aunque debutante en Primera, ya está consolidado en el equipo.