Moya, el secundario imprescindible del Alavés que vuelve a emerger en el momento clave

Así lo ha sido en las últimas jornadas. Contra Huesca, Andorra y Sporting ha salido desde el banquillo y disputado entre quince minutos y media hora. Con roles diversos. Desde insuflar oxígeno al equipo a aportar nuevas ideas en la creación de juego. Relevo muchas veces de un Salva Sevilla cuyos esfuerzos gestiona Luis García con lógica cautela. Lo volverá a ser este domingo contra el Leganés (Mendizorroza, 21 horas). El andaluz cumple su segundo ciclo de amonestaciones esta temporada y será baja. Pocas dudas caben de que Moya será su relevo.

El extremeño volverá a un once titular del que ha entrado y salido con asiduidad. No partió de inicio hasta la décima jornada de Liga, pero tuvo minutos en las nueve anteriores. Hasta en veintidós ocasiones ha sido esta temporada desde el banquillo. Más de la mitad de sus presencias han llegado en partidos con las cartas ya marcadas. Ahí ha mostrado una notable capacidad de adaptación. Con algunas acciones decisivas -como el pase de gol a Benavídez en la victoria ante el Villarreal B- que se han hecho frecuentes ya entrada la segunda vuelta. En cuatro partidos repartió tres asistencias y marcó dos goles, contra el Mirandés y el Zaragoza. Sus dos únicas dianas en 67 partidos con la escuadra albiazul.

Entonces logró asaltar el once titular. Los fue durante cinco partidos, no tuvo minutos frente al Lugo y volvió a salir de inicio en los dos siguientes encuentros. Su racha más larga, que terminó tras el triunfo contra el Tenerife. Desde entonces, el elegido había sido Salva Sevilla. La rotación entre ambos es ya un procedimiento habitual gracias a un rendimiento constante.

Son, en la planificación albiazul, el centrocampista creativo del doble pivote. El famoso '8' encargado del mover al equipo y con mayor recorrido que su pareja en la sala de máquinas. Pero también se han visto obligados a compartir parcela. La última vez, ante el Tenerife, cuando las bajas de Benavídez, Blanco y Balboa dejaron al equipo sin pivote posicional. Entonces fue el propio Moya el que se hizo cargo de la parcela. Sus buenas dotes con el balón y la templanza de la que hace gala a la hora de arrancar la jugada le permite jugar en esa parcela, pero obligado a echar el freno de mano. Sin poder soltarse, guardando la posición. El propio Luis García ha explicado en varias ocasiones que ahí se desaprovecha parte de su potencial. Y también ha alabado su aportación al equipo pese a su irregular flujo de minutos durante el curso.

Ahora, a seis jornadas para el final de la temporada, afronta la oportunidad de volver a consolidarse en el once albiazul. En el tramo decisivo, cuando el Deportivo Alavés se juega sus opciones de ascenso... y Toni Moya define su futuro. Como Duarte, termina contrato a finales de junio y deberá negociar su continuidad como albiazul. Pero, igual que con el defensa, no será hasta que el Alavés defina su destino cuando Moya haga lo propio.