¿Los campeones del mundo en Vitoria?

'Heraldo Alavés', por ejemplo, fue informando de los resultados de algunos partidos del Mundial, pero significativamente no lo hizo en la sección de Deportes, de la que se encargaban los reporteros locales, sino en la de Extranjero, con noticias de agencia. Aquí dio más importancia a los incidentes provocados en torno al Mundial que a la competición en sí. Por ejemplo, al día siguiente de la final en la que Uruguay derrotó a Argentina, publicó que un trasatlántico que transportaba aficionados porteños a Montevideo para disfrutar del partido había llegado tarde a causa de la densa niebla existente en el Mar del Plata. Los pasajeros habían «mostrado su disgusto por la contrariedad», que también había afectado a varios aeroplanos.

Claro que, quizás, no fue malo del todo que no llegaran a tiempo, de ser cierta la noticia que publicaba el diario vitoriano de que «en el registro que se ha hecho a los argentinos se les han ocupado unos 5.000 revólveres». Además, había habido incidentes en Buenos Aires, cuando desde un edificio unas señoras habían agitado banderitas uruguayas «y ello fue motivo para que un grupo apedrease el balcón y promoviese un tumulto durante el cual la policía tuvo que dar varias cargas».

Dado que el primer Mundial se disputó en 1930, puede resultar sorprendente que en 'Heraldo Alavés' del 16 de febrero de 1929 apareciera una noticia con el título: «¿Los campeones del mundo a Mendizorroza?». Después explicaba: «¡Qué cosa bárbara! Nos lo dijo don Amadeo García de Salazar el jueves, durante un descanso del concierto de Mardones. Los campeones uruguayos, que hacen una 'tourné' por el viejo continente, han ofrecido condiciones para jugar un partido en Vitoria. Aseguran que solo jugarían en el Norte contra el Deportivo y el Real Unión, pues no quieren tratos con los demás equipos».

Y es que, incluso antes de ganar en casa su primer Mundial, a Uruguay se le consideraba entonces el campeón del mundo de fútbol al conquistado el torneo futbolístico en las Olimpiadas de Ámsterdam de 1928. Y como este estaba organizado por la FIFA, se le identifica con el campeonato mundial, aunque algunos países no lo admitían, pues en los Juegos solo podían participar deportistas aficionados, y muchos de los futbolistas eran ya profesionales.

La oportunidad de ver a Uruguay en Mendizorroza hubiera sido algo increíble en la época. Sin embargo, la noticia no correspondía a la realidad. Para empezar, no parece que la selección nacional charrúa realizara una gira por Europa en esas fechas. Quizás era una confusión con la que llevó a cabo poco después uno de sus principales clubes: el Rampla Juniors.

Por otra parte, era difícil que un equipo así recalara en Vitoria y el propio diario expresó algunas dudas al respecto cuando se hizo eco de esa posibilidad. De hecho, se suponía que los uruguayos exigirían un dinero que el club babazorro no podría pagar. Pese a todo, el periódico deseaba «que los sudamericanos aceptasen las condiciones del Deportivo y nos regalaran una tarde espléndida de superfútbol, como le llama un conocido internacional al juego de los campeones olímpicos. ¿Que es mucho para Vitoria? Claro que sí. Pero si se empeñan los uruguayos tendremos que 'sacrificarnos'». Finalmente, estos augurios se cumplieron y el Rampla no jugó en Vitoria, sino en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla.