Maroan, ocho meses después de la revolución
El exjugador del Alavés busca su sitio como rojiblanco tras el millonario traspaso de invierno con los goles como tarea pendiente
El 1 de febrero de 2025, hace menos de ocho meses, el Deportivo Alavés vendió a un futbolista al Athletic. Un movimiento que se ... ha dado con frecuencia a lo largo de la historia, pero que esta vez planteaba matices diferentes. Porque ese jugador, además de vitoriano y formado en parte en la cantera albiazul, aún era un gran desconocido para la gran mayoría de aficionados babazorros. Sus presencias con el primer equipo se reducían a algunos amistosos y meses antes de la venta se acababa de marchar cedido al Barakaldo, de Primera RFEF, el tercer peldaño nacional. Pero Maroan Sannadi (24 años) se convirtió de repente en el delantero titular del Athletic.
La venta se gestó en la confluencia entre la oportunidad de mercado que buscaba el Athletic para una parcela algo carente de efectivos, el deseo del jugador de dejar una entidad babazorra en la que no veía futuro y las buenas perspectivas económicas que veía el Alavés. Aunque eso implicase desprenderse de un jugador en el que sí atisbaba potencial. «Maroan decidió marcharse. Tenía una oferta para ampliar su contrato en las posibilidades que habíamos firmado con anterioridad y no sólo no quiso ampliar, sino que decidió irse a otra organización, que está en su derecho. A partir de ahí, buscamos el acuerdo que más beneficiara al Alavés», expuso el director deportivo albiazul, Sergio Fernández. Cuatro millones de euros fijos más otros dos en variables tuvieron la culpa.
El joven vitoriano -cuyo contrato como albiazul expiraba este verano de 2025 pero era ampliable a 2027 si se le hacía miembro del primer equipo- voló sin haberse enfundado la camiseta albiazul en la élite. Su salto llegaba avalado por sus buenas cifras en Lasesarre, once goles en veinte partidos, pero con la notable incógnita de cómo procesaría ese salto a Primera. Tras media temporada de adaptación y su primera pretemporada como rojiblanco, Maroan aún camina entre certezas y varias incógnitas.
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Pocas dudas dejaba su perfil físico. En un fútbol de superatletas, sus 192 centímetros de estatura en un armazón robusto eran garantía de quebraderos de cabeza para la defensa rival. Esa superioridad le permitía no solo mandar por alto para canalizar el juego hacia sus compañeros, sino también lanzarse con velocidad al espacio. Solo le faltaba algo de lo que, paradójicamente, había ido sobrado apenas unas semanas antes: el gol. En sus 25 encuentros como futbolista del Athletic apenas ha podido celebrar dos dianas. Y eso, aunque el fútbol cambie, sigue siendo lo que da de comer a los delanteros.
Plan de trabajo especial
El curso pasado marcó uno en veintidós presencias, el que le hizo al Valladolid en la dura goleada endosada al entonces colista (7-1). Fue en su tercer partido. Desde entonces, sequía. Con buenas actuaciones, también en Europa, y galones de titular por delante de Guruzeta. Pero seguían sin llegar los goles. Esta temporada sí que ha anotado pronto, en la primera jornada, pero ver portería sigue siendo su asignatura pendiente. Ahí le ha penalizado cierta falta de finura técnica, otro de sus debes.
En 25 partidos oficiales desde su estreno solo ha logrado ver portería en dos ocasiones
El Athletic apostó en verano por desarrollar un plan de trabajo especial para el atacante. Uno que le permitiera adaptar sus cualidades a la exigencia física que reclama la máxima categoría. Esta vez ha gozado del tiempo que le faltó en unos primeros meses frenéticos sin apenas jornadas normales de descanso. Aunque unas molestias en la rodilla le han impedido estar en plenitud durante todo el verano, ha arrancado el curso con galones de titular. Solo fue suplente en la tercera jornada contra el Betis.
Esa continuidad le ha permitido estrenarse con Marruecos, selección de sus orígenes. De ahí llegaron sus padres a Vitoria, donde nació Maroan en el seno de una familia modesta. Con los Leones del Atlas acaba de volver a tener minutos en el parón. Ahí tampoco ha marcado. Así llega al derbi contra el equipo en el que no logró triunfar antes del mercado que revolucionó su carrera.
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