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Guevara recupera el equilibrio y se asienta en el once del AlavésEstuvo rápido para recuperar de cabeza el balón del 1-2 y también para combinar en corto en la jugada del 1-3. No salió ... en las fotos ni tampoco su nombre se refleja en las estadísticas de goleadores y asistentes, pero Ander Guevara fue parte importante de los dos últimos tantos del Deportivo Alavés contra el Betis. El centrocampista vitoriano recuperó la titularidad, de la que no había gozado en el último mes y medio, se puso de nuevo el brazalete y cuajó uno de esos encuentros habituales en su temporada pasada, pero que apenas había mostrado este curso. El de un futbolista que en su mejor versión resulta determinante en el centro del campo vitoriano.
No está siendo una temporada fácil para Guevara. En realidad, su trayectoria en su vuelta a casa tras una década en la Real Sociedad sigue un camino particular. Si lo frecuente es experimentar un primer año de adaptación, con comprensibles altibajos, y un segundo de consagración y rendimiento creciente, el vitoriano entró por la puerta grande y es ahora cuando le está costando más repetir el nivel con el que había convencido a Mendizorroza.
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De ser una pieza indiscutible junto a Antonio Blanco en la brillante pasada temporada ha pasado a tener un impacto mucho menor e, incluso, perder el puesto, algo casi impensable entonces. Ahora, ya alcanzado el ecuador de su segunda temporada en Vitoria, es cuando ha comenzado a remontar el vuelo. Arrancó el curso como titular, pero la llegada de Coudet priorizó a Jordán sobre él. Al argentino le cuadraba mejor el catalán en ese particular rol de centrocampista único por delante del mediocentro. Pero con la vuelta al doble pivote no hubo más cambios y Jordán se mantuvo.
Era un estilo algo diferente al del vitoriano, a su juicio una apuesta más propicia para el estilo que aspiraba a implementar el argentino, pero también una muestra de que Guevara no estaba bien. El ex de la Real había perdido la confianza y lo que antes era un protagonismo total en defensa y en ataque había desembocado en un paso mucho más gris por los partidos. El propio centrocampista asumía a finales del año pasado en una entrevista con EL CORREO su delicado momento de forma. Aunque también era optimista con su evolución. «Tuve un inicio menos brillante que el año pasado, pero voy cogiendo, poco a poco, un tono más regular», explicaba.
Ha tenido que ser la lesión de Jordán la que le ha devuelto al once titular. Tras el aterrizaje de Coudet llegó a encadenar tres partidos en los que apenas gozó de un cuarto de hora -incluso se quedó sin jugar ante Osasuna en el debut liguero del entrenador- hasta que los problemas en el nervio ciático del catalán obligaron a su abrupto cambio en la primera parte del partido contra el Girona. Guevara dispuso entonces de una hora en la que logró reequilibrar el centro del campo. Aunque con la posesión sus prestaciones fueron irregulares, regresó ese futbolista acertado en el trabajo sin pelota a la hora de guiar la presión.
Guevara repitió, ya de inicio, contra el Betis. Ahí alargó esos buenos momentos con y sin balón: de 59 pases que intentó acertó en 51. La pareja que formó con Blanco recordó a la del curso pasado. Esa dupla entonces imprescindible pero que ha tenido este año idas y venidas. En la 2023-2024, Blanco y Guevara salieron de inicio en 24 de los 38 partidos de Liga. Durante las veinte jornadas iniciales, las mismas transcurridas hasta ahora, habían formado pareja en trece. Este año solo han arrancado a la vez en ocho partidos.
Ahora, con el futuro de Jordán aún entre incógnitas fruto de unos dolores que no le permiten competir, Guevara quiere aprovechar esa oportunidad y consolidarse de nuevo como el metrónomo del centro del campo. Ese escalón intermedio entre el sigilo de Blanco por delante de la defensa y el despliegue de Guridi como enganche. El eslabón que haga crecer a un Alavés reforzado tras sus últimas actuaciones. Ese equipo que vuelve a morder en defensa y también afinado en ataque.
Será el desafío de un capitán al que no le pesa llevar el brazalete tras la marcha de Luis Rioja. Un orgullo para un futbolista de la casa y con sentimiento albiazul. «Es una responsabilidad y algo ilusionante para un vitoriano como yo. Haber vuelto y tenido ese privilegio relativamente pronto lo veo con muy buenos ojos», explicaba en una entrevista con este medio. Con dos años más de contrato y una trayectoria de nuevo creciente, Guevara quiere ser de nuevo el comandante de un centro del campo babazorro que ha vivido este año demasiados cambios y que persigue la ansiada estabilidad.
Ander Guevara tendrá que encontrar un nuevo compañero para mantener su creciente nivel en el centro del campo del Deportivo Alavés. Antonio Blanco, el gran indiscutible en la zona ancha, vio su quinta tarjeta amarilla de la temporada contra el Betis y tendrá que cumplir sanción el lunes en Mendizorroza ante el Celta (21 horas).
Será un notable contratiempo para un equipo para nada acostumbrado a competir sin el andaluz. Solo se ha perdido un partido -no estuvo en Vallecas porque terminó tocado de la rodilla el partido anterior contra el Valladolid- y ha sido titular en dieciséis de los diecinueve duelos que ha jugado. La pieza inamovible de un centro del campo sin un dueño claro.
Por eso, su ausencia abre varios interrogantes. Más allá de cómo responderá el equipo sin un jugador que le otorga tanto salida de balón como un solvente trabajo defensivo, la gran duda es la identidad de su sustituto. En principio, Coudet solo cuenta en plantilla con un medio que pueda ocupar su parcela: Carlos Benavídez. El uruguayo ha perdido protagonismo este curso, también lastrado por los problemas físicos. Aunque disputó el último cuarto de hora del choque a buen nivel. Fue titular por última vez en noviembre ante el Mallorca, aunque apenas pudo aguantar un cuarto de hora sobre el césped antes de irse lesionado. Desde entonces solo ha jugado dos partidos de Liga y media hora en Copa.
No hay muchas más opciones para sustituir a Blanco. Sobre todo, si Jordán sigue fuera de combate al menos una jornada más. Una de las alternativas consistiría en juntar en el doble pivote a Guevara con Guridi y dar la media punta a otro futbolista.
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