El fiasco de la Copa de la República
El torneo quedó inconcluso tras la renuncia del Athletic de Madrid y el trofeo nunca llegó
El campeonato de España de 1931 comenzó cuando aún reinaba Alfonso XIII, pero el 14 de abril se proclamó la II República, por lo que ese torneo ya no podía llamarse Copa del Rey. En su lugar, sería más tarde el presidente del nuevo régimen quien le diera nombre. Pero, mientras se terminaba el campeonato oficial, varios equipos eliminados de la Copa decidieron organizar un torneo amistoso para alargar la temporada. Con gran ambición, le denominaron 'Copa de la República', y pidieron al presidente del Gobierno provisional, Niceto Alcalá-Zamora, que donara un trofeo para el vencedor.
Disputaron este certamen el Deportivo Alavés, Osasuna, el Athletic de Madrid y la Sociedad de San Sebastián (nombre provisional de la Real, por haber prohibido la República las denominaciones monárquicas, hasta que decidió rebautizarse como Donostia). La liguilla a doble partido comenzó el 10 de mayo de 1931, pero casi nadie se creyó su rimbombante nombre, hasta el punto de que la prensa solía denominarlo 'Torneo de Consolación' o 'Copa de Eliminados'.
Parte de la prensa republicana criticó el nombre, que identificaba al nuevo régimen con un campeonato amistoso: «No puede llamarse Copa de la República a un torneo de consolación, entre otras cosas, porque la República no ha venido a consolar a nadie, sino a satisfacer a todos». Un torneo con ese nombre debía ser organizado por la Federación y ser oficial: «El prestigio del campeonato no puede ni debe sufrir merma.
Su trofeo ha de tener carácter oficial y el único que así puede concederlo es el presidente de la República. Para esos otros torneos de consolación búsquense también recompensas que estén de acuerdo con su nombre. Pero, repetimos, la República no se trajo como un consuelo, sino por deseo vivísimo de la inmensa mayoría de los españoles».
Por si fuera poco, cuando comenzó el torneo, el público apenas acudió a los estadios. Por ejemplo, en el primer encuentro del Alavés la recaudación solo llegó para cubrir los gastos de viaje. La prensa vitoriana le dedicó poca atención, hablando de «esos partidos medio amistosos, que se ha dado en llamar del torneo de la República». El Alavés comenzó venciendo a la Sociedad por 3-2; perdió también 3-2 en Madrid frente al Athletic; batió 1-0 a Osasuna; empató a uno en San Sebastián y perdió 1-0 en Pamplona. El cuadro albiazul, como los otros conjuntos, aprovechó para probar jugadores amateurs, como Kaki, Gordóbil o Ibáñez. Sin embargo, el hecho de que el equipo babazorro lo hiciera bastante bien y pudiera incluso proclamarse «campeón de este pequeño campeonato», hizo que atrajera más de atención. Ante el choque contra Osasuna, la prensa señaló que «de este encuentro puede depender el título y la posesión de la Copa de don Niceto».
Para ello, los alavesistas debían vencer al Athletic de Madrid en Vitoria, pero de repente los colchoneros anunciaron que no disputarían ese partido. Les había surgido la oportunidad de hacer una gira por Marruecos, más beneficiosa económicamente, y abandonaron la competición. Los demás clubes aprovecharon la ocasión para dar por finiquitado el campeonato, que no llegó a concluirse. El trofeo que, en teoría, se había pedido a Alcalá-Zamora nunca llegó, pero nadie lo echó en falta, pues no hubo vencedor. 'Heraldo Alavés' escribió que ese «torneo carece de emoción aún para los mismos jugadores, a los que importa poco que en las vitrinas del Club haya una copa de más o de menos (aunque esa copa sea donada por hombres tan ilustres como don Niceto) y lo que ellos quieren es otra clase de luchas».
Por su parte, el diario bilbaíno 'La Tarde' ironizó sobre el fiasco que para el Alavés había supuesto esta Copa: «Se creó el torneo de consolación, pero en Álava están inconsolables los del Deportivo. Fueron a jugar a Madrid con el Athletic, se recaudó algún dinerito e inmediatamente el avispado don Luciano Urquijo (el presidente colchonero) preparó el viaje… a Marruecos. Para consolarse, naturalmente».