Euforia y alivio albiazul tras ganar al Mallorca: «¡Vamos, lo necesitábamos joder!»
«¡Mi p... equipo, 'hostia'!», se escuchó en el vestuario del Alavés, feliz tras cortar la mala racha de cinco derrotas consecutivas en Liga
El Deportivo Alavés ganó más que tres puntos ante el Mallorca. Las cinco derrotas seguidas en Liga habían generado nerviosismo en el ambiente. Los futbolistas ... y el entrenador necesitaban un triunfo para que todas las dudas se evaporaran. Y lo lograron en una noche de alta tensión, de las que gustan en Mendizorroza, en la que el fútbol eléctrico e intenso de los jugadores contagió a una grada que rugió en cada acción hasta el pitido final.
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El triunfo (1-0) desterró la mala racha y permitió respirar a un vestuario que estaba eufórico tras el encuentro. «¡Vamos, lo necesitábamos joder!», gritó Ander Guevara cuando se dirigía junto a Joan Jordán al fondo de Polideportivo para celebrar la victoria. El capitán vitoriano ejemplificó con estas palabras el sentimiento de alivio y liberación que experimentó la caseta tras vencer al Mallorca.
El gol de Guridi descorchó un festejo esperado y deseado durante mes y medio. Desde el 20 de septiembre, cuando doblegaron (2-1) al Sevilla en casa, no vencían los babazorros en Liga. Es por ello que todos los futbolistas y el cuerpo técnico, con Owono como agitador, saltaron y cantaron junto a la afición sin dejarse nada dentro. Los «¡Vamos!» de Vicente, Blanco, Tenaglia... les salían de las entrañas tras semanas complicadas saboreando el amargor de la derrota.
La grada sabía que el equipo le necesitaba. El «Ia, ia Luis García» mostrando su apoyo al entrenador madrileño y el «uruguayo, uruguayo» para arropar al lesionado Carlos Benavídez fueron sintomáticos. El triunfo era imprescindible para el alavesismo. La unión entre todos los estamentos del club es total, pero una sexta derrota consecutiva en Liga podría haberla agrietado. Es por ello que la victoria se celebró por todo lo alto. «¡Solo había que confiar! Muy orgulloso del equipo y de esta afición por el apoyo mostrado», apuntó Vicente. «Lo necesitábamos todos después de cinco derrotas. Ganar así, confiando en el proceso y en el trabajo es importantísimo», añadió el extremo.
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«Mi p... equipo, 'hostia'», se escuchó de fondo en un vestuario que bailó y festejó un triunfo que les aleja del descenso. Ante el Mallorca recuperaron la identidad y la fe futbolística que ha hecho del Alavés de Luis García un bloque difícil de doblegar. Y dejaron su portería a cero dos meses y ocho partidos después. «Había que cortar la racha y lo hemos hecho. El equipo estaba vivo. Muy contento por los chicos, la gente y la afición», afirmó un feliz entrenador madrileño. Necesitaban la victoria para volver a volar alto.
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