Mariano recupera el gol en el limbo

El exjugador del Real Madrid y del Sevilla, sin disputar un partido oficial de clubes desde mayo de 2024,acudió a Vitoria en busca de un equipo en el que recuperar su mejor tono físico. Pasadas unas semanas, no solo parece encontrarlo, si no que muestra un rendimiento por encima de lo esperado. En el primer test, ante el Athletic, apenas necesitó unos minutos para participar en la jugada del único tanto del encuentro. Lo de ayer fue un paso más. Marcó el primero tras zafarse de la defensa y sortear al portero y el segundo cazando un rechace en la frontal del área. Sonriente en las celebraciones., gesticuló con rabia cuando vio muy cerca el hat-trick.

La exhibición del internacional dominicano hace recuperar el valor doble de los goles. Por un lado está el Alavés, que se apuntó con remontada su segundo triunfo de la preparación. No da puntos pero sí confianza. Y por otro, el interés del propio delantero, empeñado en mostrar que a sus 31 años (cumple 32 el viernes), y con un pobrísimo bagaje de 2.210 minutos en las últimas siete campañas, aún le queda fútbol de primer nivel. El club albiazul aseguró en el momento de su incorporación a los entrenamientos que no se trataba de ningún periodo de prueba para comprobar si firmale o no. «Nos comentó la posibilidad de ponerse en forma con nosotros, con vistas a lo que le pueda deparar el futuro, y accedimos a esta petición».

Poco ha cambiado desde entonces. Fuentes consultadas insisten de que no se han producido movimientos para que el club vitoriano le presente una oferta a Mariano. Ni siquiera ahora que ultima la venta de Joaquín Panichelli al Estrasburgo y tiene la imperiosa necesidad de fichar un delantero. La coyuntura resulta todavía más significativa cuando Coudet, no solo cuenta con él en los amistosos de preparación de una temporada en el que todo apunta que no va a participar, si no que ayer le introdujo en el campo antes que a Villalibre. El nueve nacido en Premiá de Mar (Barcelona) salió al descanso por Toni Martínez y el Búfalo tuvo que esperar hasta el minuto 62.

El papel de Mariano sí que empieza a llamar la atención en los mercados exóticos y ricos del fútbol, lo que le asegura un buen caché y dificulta el fichaje por el Olot con el que vacilaban algunos de los lugareños que presenciaron el partido. El conjunto catalán sigue una filosofía similar a la del Athletic, milita en 3ª RFEF y tiene el escollo añadido de que no tiene pisos de alquiler de sobra para alojar a los nuevos fichajes. El llamamiento del club local ha protagonizado la semana en la capital comarcal de La Garrotxa, con un volcán inactivo y visitable incrustado en su núcleo urbano (el Montsacopa) como sus cuatro radares fijos.

En su estadio, con un césped bien cuidado y desde el que se puede ver el partido desde el bar, tuvo lugar la erupción de Mariano. De su interior sacó su mejor repertorio ante la teórica segunda unidad del Castellón, que aún no había perdido en lo que iba de pretemporada. Un equipo de Segunda, pero que venía de ganar al Valencia (1-2) y arrasar al Queens Park Ranger (6-0). Las dificultades albiazules para sacar la pelota jugada desde atrás, la decidida apuesta por Aleñá y el despliegue físico fueron lo más representativo que se pudo extraer de un partido en el que el equipo que ejerció de local vistió de visitante y viceversa.

El encuentro arrancó sin titubeos y con un tramo en el que Castellón fue superior. Su vocación ofensiva sorprendió a los albiazules, más agarrotados después de la doble sesión de entrenamiento del viernes. Insistían los vitorianos en la idea de armar las jugadas desde la defensa, lo que deparó pérdidas peligrosas de Diarra, Garcés y Tenaglia. Por su parte, Toni Martínez, Carlos Vicente y Aleñá, titular menos de 24 horas después de incorporarse al equipo, apenas entraron en juego y Blanco, Ibáñez y Guridi no daban a basto para contener la alegría con la que se soltaban los jugadores que dirige Johan Plat hacia el área.

Descolocados los albiazules, el gol del cuadro orellut fue un desbarajuste colectivo. La poca presión de los atacantes permitió avanzar con facilidad al lateral Mellot, poco encimado luego por Jonny. El francés alzó la cabeza y vio el cráter abierto entre Garcés y Diarra por la movilidad de los atacantes blanquinegros, entre el que se coló el delantero Pablo Santiago, para batir a Sivera mientras Blanco no lograba alcanzar su marca.

El Alavés logró despegarse de la presión y asentarse en campo rival a partir de la media hora, pero todavía sin peligro. Fue necesaria la segunda parte, con el ajuste de introducir a Mouriño de lateral, el debut de Calebe y la entrada de Mariano. Entre los dos fabricaron el empate después de que el larguero impidiera el gol de Pablo Ibáñez.

El brasileño amortiguó con el pecho el cambio de juego de Antonio Blanco, y envió a Mariano un pase a la espalda de la defensa a Mariano. El delantero culminó con aplomo una buena jugada con una definición cada vez menos habitual en el fútbol, la de regatear al portero. Se echó el balón hacia la derecha y volvió a marcar meses después de que lo hiciera con la selección de la República Dominicana.

Desde ese momento, cada jugada parecía acabar en las botas de Mariano. Lo probó desde casi el centro del campo, desde fuera del área y marcó el segundo en una jugada que no pasaba por él. Convirtió un mal despeje de la defensa del Castellón en otro eco de reivindicación. Su volea, algo mordida puso el boche a la remontada, en el minuto 85. Aún hubo tiempo para otro grito. Hizo gala de su potencia con una arrancada y esperaba que Lander Pinillos le devolviera la jugada para firmar el hat-trick. El jóven, que parece gustarle a Coudet, optó por el disparo. Una ocasión al limbo, donde Mariano empieza a ver la luz.

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