Athletic 2-0 Alavés
Una cuestión de acierto y respetoCopa del Rey. ·
Villalibre, que no celebra su doblete, atina donde no lo hace Samu para cortar de raíz el amago de reacción del Alavés en el inicio de la segunda parteAsier Villalibre –no podía ser otro el protagonista– acertó donde no lo hizo Samu Omorodion. En los últimos metros pesó más la experiencia del Búfalo ... que la potencia de la Pantera. El ariete rojiblanco contó con algo de colaboración de Sivera en el primer gol. El albiazul se estrelló contra Agirrezabala. Porque tan cierto es que el Athletic fue mejor y mereció la clasificación como que el guardameta donostiarra apareció más y mejor que el alicantino. Y que el conjunto bilbaíno quería más la Copa que el vitoriano, que lleva pensando en el partido del viernes desde que ganara tranquilidad en el Sánchez Pizjuán. Ahí está la temporada, en la Liga. Lo otro, ilusionante pero secundario.
Luis García Plaza ya había avisado: el torneo del 'ko' es para los que menos juegan en la competición importante. Así, Gorosabel, Javi López, Guevara, Luis Rioja, Kike García, Rafa Marín y Guridi se quedaron en el banco. Los cuatro primeros no jugaron ni un minuto. Ni Carlos Vicente, que a última hora se quedó en Vitoria «por precaución», debido a unas molestias que en principio no deben impedirle jugar contra el Cádiz. Ya hay ocho titulares ante los amarillos. Más Sivera, Blanco –relevado en la segunda mitad– y el que repita en el eje de la zaga entre Tenaglia y Duarte.
Mientras Sivera estuvo blando en el primer gol del Búfalo, el ariete albiazul se estrelló ante Agirrezabala
Ahí está el once liguero. El Alavés fue, pese a todo, un conjunto reconocible. Especialmente en el área contraria. El equipo que necesita hacer más que los demás para marcar. La tuvieron Samu –dos veces– y Giuliano Simeone –debut como titular– en el inicio de la segunda parte, en el rato bueno de un cuadro albiazul que se despidió de la Copa cuando Villalibre apagó ese amago de reacción. El Búfalo no celebró el segundo, como tampoco lo había hecho en el primero. Abrazos de compañeros, un tímido brazo arriba hacia la grada y nada más.
«Siento mucho respeto», había avisado el héroe del ascenso alavesista en una entrevista con ELCORREO. «Demostraré que puedo competir y seguir en Bilbao», anunció también. Dicho y hecho. Dos goles y a cuartos. Y ya van seis en los cuatro partidos de Copa. Con cierta fortuna para llevarse el balón ante Tenaglia en el primero, antes de fusilar a un blandito Sivera. Remate cómodo de delantero de área en el segundo. Entre el argentino, menos atinado que en las citas previas en el eje de la zaga, y Álex Sola.
Defensa de circunstancias
Reconocible, decíamos, el Alavés. Pero entre hilvanes en defensa, lo que condiciona mucho el plan de Luis García. Que una cosa es jugar con suplentes y otra es plantarte en San Mamés con una zaga de muchas circunstancias: con un extremo de lateral, dos laterales de centrales y un jugador del filial que se enfrentaba a su primer partido grande en el primer equipo –Víctor Parada había debutado en la eliminatoria ante el Terrassa–. Y tampoco son Hagi y Alkain los extremos que más aporten en defensa. El rumano y el hondarribitarra quieren, pero les falta un trecho para llegar a ser productivos.
El Athletic, liderado por Sancet, dominó la primera parte y encontró a Villalibre cuando mejor estaba el Alavés, en ese corto lapso de la segunda mitad que duró la esperanza vitoriana. Eliminatoria sentenciada y, los dos equipos, a pensar en otra cosa. Pacto de no agresión y reparto de minutos entre no habituales como el canterano Selu Diallo –tercer partido de Copa– o Maras, un central inédito en Liga en un equipo con déficit en esa zona.
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