Conechny, el último argentino del Alavés más albiceleste

«Muy feliz de estar 'acá'. Es un paso enorme para mi carrera, para mi futuro. Espero brindarle muchas alegrías a la hinchada», señaló el ex de Godoy Cruz, vigésimo noveno jugador argentino que se enfunda la camiseta del Alavés. Una historia que abrió en 1975 Jorge Valdano y por la que han transitado todo tipo de futbolistas que dejaron huella o pasaron inadvertidos por Mendizorroza en la misma proporción, buscando esa garra y competitividad que se presupone en el ADN argentino.

Campeón del mundo con la Argentina de Maradona en México 1986, el ex, entre otros, del Zaragoza y del Real Madrid se estrenó en Europa de albiazul sufriendo un 'shock' cultural. «Cuando Aranguren daba las alineaciones en pleno invierno decía 'si está seco, juega Valdano; si llueve, juega Badiola'», confesó en EL CORREO un exjugador que se siente «responsable del 4%» de la historia del equipo vitoriano.

Valdano (1975-79) derribó un muro que después saltaron decenas de jugadores argentinos. En los años 70, Adorno y Pavón engrosaron una lista que se quedó guardada en un cajón hasta que fue desempolvada en 1997 por Desio. «Vine a Vitoria como extranjero y me marché con una familia. Se dio todo lo que sueñas como jugador. Encontré mi lugar», explicó en EL CORREO.

El medio fue clave en el Alavés de Mané del ascenso de 1998, de la clasificación para la UEFA del 2000 y del camino hasta la final de Dortmund de 2001. 194 encuentros le contemplan a un Desio al que en su viaje a rozar la gloria ante el Liverpool le acompañaron sus compatriotas Martín Herrera bajo palos (Zamora de LaLiga en 2001) y Martín Astudillo como socio en el medio.

El 'Pulpo' es el jugador con más partidos (346) en la historia del Alavés tras su década (1999-09) de albiazul en la que jugó en Primera, en Europa y hasta en Segunda. Con Astudillo en el vestuario, la 'banda' argentina se iba renovando poco a poco con apuestas exitosas ('Vitamina' Sánchez, Coloccini...) e irregulares (Brandán, Lombardi, Trotta, Flotta...) que llegaban anualmente a Vitoria.

El Alavés ha disfrutado de argentinos de pedigrí. Mauricio Pellegrino, ex de Barcelona y Liverpool que luego llevaría al club como entrenador a la final de Copa de 2017, puso el punto final a su carrera en 2006 en Mendizorroza. Antes, el conjunto vitoriano buscó el ascenso fichando en el invierno de 2004 a Martín Palermo. Todo un golpe de efecto. El 'Loco', ex de Boca Juniors, revolucionó el ataque con sus tres goles en su medio año en el equipo, pero se quedó sin subir. Un ascenso que sí logró Bonano (2004-08), cuya actuación en el 0-0 ante el Barcelona de Ronaldinho con la que el Alavés abrió la 2005-06 aún se recuerda en Vitoria.

Aquel curso, sin embargo, lo completó su compatriota Costanzo (2005-06) bajo palos. A partir de ahí, lejos de Primera, los argentinos del Alavés tuvieron más o menos peso en Segunda y Segunda B. Sudaron en Mendizorroza Almirón, Dituro, Bernardello o un Quiroga que tiene un hueco en la historia albiazul con su gol en la agónica salvación en Jaén en 2014.

Con el regreso a la élite en 2016, Espinoza, Calleri, Magallán, Battaglia y Escalante engrosaron una colonia albiceleste que en el Alavés 2024-25 cuenta, por ahora, con tres miembros: Panichelli, Tenaglia y Conechny. «El año pasado nació aquí mi hija. Teníamos muchas ganas de venir porque, más allá de la afición, nos recibieron muy bien. Queríamos que crezca aquí y, gracias a Dios, eso se va a cumplir», declaró el lateral derecho tras regresar en 2023.

Y podrían llegar más. Giuliano Simeone, que ya brilló en la 2023-24, está bien colocado para repetir cesión y subirse al barco alavesista. Sergio Fernández, con un ojo siempre puesto en Argentina y en el mercado sudamericano, reconoció que «le gustaría» que el defensa Facundo Garcés «formara parte del club». Llevan desde enero de tira y afloja con Colón. Y otros como Matías Moreno (Belgrano) están en la agenda albiazul. Un tango eterno.