La recomendable vía argentina
Desde el monte del pico ·
El probable fichaje de Conechny abunda en la teoría de que al Alavés le gusta invertir en el carácter futbolístico sudamericano que ya encarnan Tenaglia y el uruguayo Benavídez
Resulta complicado encontrar un Alavés sin jugadores sudamericanos. Sobre todo sin argentinos. Al menos mientras el equipo albiazul ha participado en las competiciones profesionales de ... Primera y Segunda división durante el último medio siglo. Es decir, desde que se autorizó la inscripción de extranjeros en la liga española. Antes, la etapa de los oriundos, esos que para poder jugar reclamaban la nacionalidad en función de reales o presuntos antepasados en la península. De aquellos pioneros 'sin papeles' queda la frase inmortal: «Mis abuelos nacieron en Celta». Se le atribuye, vaya a usted a saber si de forma fidedigna o no, a Miguel Ángel Adorno. Sí, a aquel centrocapista argentino que recaló a principios de los 70 en el Valencia y después se convirtió en uno de los primeros extranjeros del conjunto vitoriano. Poco después de que los uruguayos Gómez y Cruz estrenaran esa condición y prácticamente seguidos de un tal Jorge Alberto Valdano. El que en una entrevista en este periódico con motivo del centenario del club albiazul se declaró «responsable del 4% de su historia», en referencia a su recordada etapa de 1975 a 1979 en Mendizorroza.
La recomendable y favorecedora vía argentina podría engrosarse en breve con Tomás Conechny, el atacante de Godoy Cruz que parece encaminado hacia la plantilla de Luis García Plaza. Eso sí, cuando se trata de cerrrar acuerdos con entidades sudamericanas las precauciones son máximas. Y es que a la hora de concretar un traspaso hay jugadores cuyos derechos federativos se reparten en más trozos que una tarta de cumpleaños. Ya se sabe, además, que con las comisiones de una sola de estas transacciones al fútbol europeo pretenden vivir en el Río de la Plata varias generaciones. Lo extraño es que la novela picaresca no surgiera por la Tierra del Fuego.
Históricamente, al Alavés le ha gustado y le ha sentado bien invertir en el carácter futbolístico sudamericano que ya encarnan en el actual equipo Nahuel Tenaglia y el uruguayo Carlos Benavídez. Dos jugadores a los que el técnico albiazul se encargó de elogiar en el tramo final de la pasada campaña. Por su trabajo sobre el césped y su capacidad de hacer equipo. Otro argentino, Panichelli, trata poco a poco de acreditar su valía y posiblemente saldrá cedido para aumentar su cuota de minutos. Uno más, Giuliano Simeone, iluminó las últimas jornadas ligueras. No hay lógicamente un patrón válido para medir a todo futbolista sudamericano, pero esa competitividad y valentía sobre el césped para no esconderse nunca suelen respetarse como seña de identidad. Del otro lado, el sarcasmo bonaerense para reivindicar al futbolista de talento. «Corre mucho, pero juega bien», suelen decir por allá para recordar que rara vez se dan las dos circunstancias a la vez. Y que debe primar la segunda, claro.
La comunidad argentina albiazul podría aumentar en breve con Tomás Conechny y, además, el club ya pretendió también en el anterior mercado al central del mismo país Facundo Garcés. Es conocido que la dirección deportiva albiazul no pierde de vista así como así un objetivo una vez que lo ha enfocado en la pantalla de su radar. Nombres que apuntan a sucesores de argentinos ilustres en el club (Valdano, Desio, Astudillo, Herrera, Coloccini, Palermo, Costanzo, Bonano, 'Vitamina' Sánchez...), también de discretos jugadores o incluso algunos grandes fiascos (Brandán, Maxi Flotta...) o de recientes profesionales que dejaron en la entidad su más o menos modesta huella (Bernardello, Romero, Calleri, Battaglia, Magallán, Escalante...). Ya se sabe que nada es ni remotamente seguro cuando se habla de rendimiento futbolístico, más aún cuando cruzar el charco exige un proceso de adaptación. Pero la experiencia habla también de ilusión justificada cuando un jugador argentino se acerca a Mendizorroza.
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