Un punto justo pero insuficiente

Menos mal que Kike García, cómo no, marcó la igualada al filo del descanso en una perfecta triangulación con Jordán y Carlos Vicente. Por la derecha llegó el mayor peligro visitante, aunque Diarra se incorporaba por la izquierda como carrilero. Y ni tan mal, con una defensa improvisada en la que, por las bajas, Sedlar y Garcés jugaron como centrales todo el encuentro. También volvieron al once tras las sanciones el portero Sivera, que al final se puso el traje de salvador ante el local Lukebakio y Guridi, que disparó rozando el poste nada más ponerse el balón en juego. También es cierto que el sevillista Suso, que cambió el ritmo del duelo, la tuvo en el descuento con un disparo alto a placer.

Caparrós inauguró su cuarta etapa en el banquillo sevillista con un fútbol más directo y de menos toque, aunque hay que reconocer que sus sustituciones tras la reanudación equilibraron el juego. Porque su homólogo Coudet sólo usó tres recambios, por lo que acabó con sus jugadores más justos de fuerzas. Al argentino le faltó al final una pizca de valentía para atreverse con un segundo delantero como Toni Martínez, y más teniendo un tercero como Villalibre, pero prefirió no perder tanto la posesión de la pelota.

Es en la media punta donde no tenemos un verdadero '10', que parece en desuso en el fútbol actual y donde prima en exceso la polivalencia. En resumen, todo terminó bastante igualado en ocasiones y juego. Se puede considerar justo el resultado. Como justa fue en efectivos la zaga alavesista de ayer, pero es que la delantera andaluza, con Romero reemplazado, fue más de lo mismo. Se juntaron el hambre con las ganas de comer, y por eso no terminó de inclinarse la balanza para ningún lado.

El caso es que fuera de casa, este Alavés sólo ha perdido ante el líder Barcelona. Está claro que seguir una temporada más en Primera pasa por hacer buena esta justa igualada y volver a ganar en casa. Quedan cuatro comparecencias fundamentales. La primera, el miércoles ante la Real, después un Atlético asentado para la Champions, un Valencia que se ha escapado del pozo y un Osasuna que también puede jugarse un puesto europeo. Y dos salidas, en otro difícil derbi en Bilbao y ante el desahuciado Valladolid, para conseguir un punto más que Las Palmas y que el Leganés no nos supere.

A día de hoy parece difícil comerse el 'marrón' con más conjuntos, a no ser que el Girona acabe jugando a la ruleta rusa, empezando por esta noche ante el Betis. Es decir, se pudo ganar ayer, pero también perder y por lo menos se volvió a jugar bien fuera, aunque nos faltaron los dos últimos cambios para sorprender. Más aún ante un Sevilla en horas bajas que todavía no ha ganado este año ante su afición y con el menor límite salarial de Primera, pero que sigue echando mano de la cantera. Y por lo menos, nuestro filial seguirá un año más en la cuarta categoría nacional, aunque la pena es que el plantel femenino dificultó su ascenso directo a la máxima división. Siempre le quedará la vía de la promoción.