BlaBlaCar busca a los cuatro aficionados del Alavés que bajaron a Leganés en un coche compartido

«Twitter, haz tu magia y ayúdanos a encontrarlos». BlaBlaCar España ha iniciado una campaña para encontrar a los cuatro aficionados del Alavés que bajaron a Leganés en un coche compartido. EL CORREO recogió la historia de esta cuadrilla de Vitoria que hizo lo imposible por estar junto al equipo en una auténtica 'final' para evitar el descenso. Da igual que para ello tuviesen que viajar cuatro horas y devorar 400 kilómetros de carretera. Su sentimiento por el Glorioso empujó a Iker Idiaquez, Luis Saez de Argandoña, Gorka Martínez y Carlos González de Herrero a realizar esta pasional aventura.

Esta fidelidad hacia el Glorioso tendrá premio. Final feliz a esta pasional aventura de la cuadrilla de Vitoria. Según han apuntado desde BlaBlaCar a este periódico, la empresa abonará el siguiente viaje que realicen estos aficionados albiazules a través de la plataforma. Una oportunidad para poder seguir arropando al Alavés lejos de casa. Repetir la misión que completaron el pasado fin de semana para animar a los babazorros en Leganés. Esta vez no tendrán que mover tierra, mar y aire.

Todo surgió varios días antes del partido en Butarque. El club albiazul anunció que fletaría autobuses de manera gratuita para los aficionados que se desplazasen a Leganés. Pero descartaron la opción por una sencilla razón: «Ya que bajamos a Madrid pues nos quedamos un día más y disfrutamos del finde». Dicho y hecho. Hicieron las maletas y buscaron la forma de bajar. «El bus (de empresa privada) nos salía muy caro y el tren más, unos 100 euros por cabeza, así que buscamos otra alternativa». Y surgió la idea de compartir un coche.

Recurrieron a esta conocida aplicación para compartir vehículo. Y encontraron la solución a su problema. «Hemos bajado en BlaBlaCar. Nos ha traído Joseba (el usuario que puso el anuncio), que su hijo tenía examen en Madrid y hemos aprovechado», comentaron, risueños, de camino a los aledaños del estadio. Detrás dejaban una aventura que les había costado 30 euros por cabeza y casi cuatro horas de viaje. Habían llegado a su destino y sus caras dibujaban la ilusión y el hambre por alentar al Alavés.

El reloj marcaba las 12.00 horas, aún quedaban dos horas para que comenzase el partido. Pero ellos ya empezaron a coger posición. Sin saberlo, se habían convertido en la avanzadilla de la tropa albiazul. Los autobuses fletados por el club vitoriano tuvieron problemas a la hora de llegar, debido a que la Policía Nacional modificó el punto de llegada por «motivos de seguridad», por lo que sus camisetas y gargantas fueron las primeras en dar color y calor albiazul a la previa.

No es la primera vez que viajan hasta Madrid para arropar al Alavés. «Ya bajamos en el partido contra el Atlético de Madrid y contra el Rayo. Siempre intentamos estar juntos al equipo». Y en esta ocasión, más que nunca al tratarse de un rival directo y para buscar una victoria con la que tratar de salir del descenso. «El objetivo es volver con la victoria. Es necesario y obligado. De vida o muerte», confesaron. El empate final heló los ánimos, pero no hizo mella en su sentimiento albiazul.

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