Benavídez y su compleja renovación con el Alavés
Las conversaciones encallaron en julio y el uruguayo, con poca continuidad en el césped, se adentra en su último año de contrato
Después de cerrar el mercado de fichajes con 10 altas y 15 bajas, el Deportivo Alavés se dispone ahora a abrir la carpeta de las ... renovaciones. Un capítulo que, tal y como indicó Sergio Fernández, afronta con «tranquilidad» tras la vorágine veraniega pero en el que asoman tres futbolistas cuyos contratos con el conjunto albiazul finalizan en un año. Los vínculos de Raúl Fernández, Jon Guridi y Carlos Benavídez tienen como fecha de caducidad el 30 de junio de 2026. Un escenario en el que la situación del centrocampista uruguayo de 27 años es la más compleja.
Este verano, el Alavés ofreció a Benavídez ampliar su contrato dos temporadas más, hasta 2028. Sin embargo, la propuesta no colmó las expectativas de un centrocampista uruguayo que siempre ha mostrado su voluntad de seguir en Mendizorroza pero al que le preocupa su rol actual. Desde entonces, ambas partes no han vuelto a conversar, aunque tanto el medio como el club han expresado su deseo de continuar unidos. De hecho, a pesar del interés que Benavídez despertó en el último mercado, con equipos del fútbol brasileño, mexicano, italiano y árabe interesados en su fichaje, su salida no estuvo sobre la mesa. Ni el Alavés ni el futbolista la contemplaron.
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«Es un jugador importantísimo y lo que aporta es tremendo. Lo que sucede es que en su demarcación hay futbolistas muy buenos, pero en ningún caso nos cuestionamos ni el rendimiento ni la capacidad de Carlos. Es un tipo extraordinario y ojalá esté mucho tiempo con nosotros. Es ADN Alavés», señaló Sergio Fernández, que entendió la «incertidumbre y el posible malestar» de Benavídez por la «falta de minutos». Y es que desde su llegada en 2022 desde el Independiente argentino a un equipo babazorro que competía en Segunda División, el protagonismo del uruguayo se ha reducido de forma progresiva.
La pasada campaña, apenas acumuló 478 minutos en 18 partidos de Liga, únicamente cinco de ellos como titular. Sólo Villalibre (324) y Hugo Novoa (234) tuvieron menos tiempo de juego que Benavídez en el campeonato liguero. Además, las lesiones musculares, que han aparecido en este arranque de curso, también le volvieron a condicionar. La enorme competencia en la medular, con Antonio Blanco, Pablo Ibáñez, Ander Guevara y Denis Suárez y la posibilidad de que Carles Aleñá y Jon Guridi también actúen en esa zona, ha hecho que apenas se haya vestido una vez de corto en las primeras tres jornadas. Y cuando saltó al césped en el empate (1-1) ante el Atlético apenas duró 10 minutos por una lesión muscular que le tendrá de baja hasta después del parón.
Límite 1 de enero
Un golpe para un centrocampista que después de tres temporadas y 89 partidos en el Alavés (6 goles y 2 asistencias) tiene gran ascendencia en el vestuario. Benavídez es el segundo capitán y un futbolista de peso en la caseta. Y a pesar de su falta de continuidad, el compromiso y el rendimiento que ofrece el uruguayo cada vez que pisa el césped es destacado y valorado por la dirección deportiva y el cuerpo técnico que dirige Eduardo Coudet. Sin embargo, su protagonismo ha ido menguando y las posturas para su renovación están lejanas tras encallar las conversaciones en julio. En el horizonte, todavía lejano, aparece un 1 de enero en el que podrá firmar por cualquier club para llegar libre en julio, como sucedió el curso pasado con Kike García y Abqar. Ahí está el límite.
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