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Desde que el balón salió del pie izquierdo de Toni Moral en su hipnótica volea de 2008, la Real Sociedad está vinculada a un gran ... recuerdo de Mendizorroza. Muchos de los espectadores que enfilen esta tarde el Paseo de la Senda con la bufanda anudada al cuello lo harán con el tanto del catalán en la mente. Con el deseo de que algún otro jugador que vista de albiazul protagonice una gesta cercana a la de aquel gol. Más que un tanto, un acicate que haga desaparecer el miedo al descenso, al menos por unos días, alivie el peso de la mochila alavesista y convierta los nervios en aliento.
El Alavés mantiene una «deuda» con su afición y ya solo tiene seis partidos para pagarla. Cuatro de ellos son en Mendizorroza, otros años su mejor aval. Pero en esta temporada se le resisten las victorias (4 de 15) y los goles. El estadio del Paseo de Cervantes solo ha celebrado un gol en los últimos cinco partidos. «Es difícil de explicar», insiste Coudet, empeñado en encontrar soluciones en vez de aclaraciones. «Generar más, finalizar más y tener confianza de que la pelota va a entrar», receta.
Superada la Semana Santa, la procesión va por dentro para el argentino, contrariado con los resultados que tienen al Alavés en puestos de descenso. «Lo que más bronca da es que no creo que este equipo merezca estar donde está», sostiene el técnico antes de enfrentarse a la Real Sociedad. Sin tener aún decidido el once titular hasta media tarde de hoy. «Puede que haya variaciones», advierte más allá de la vuelta de Manu Sánchez y Mouriño tras cumplir sanción.
Jugar solo tres días después condiciona al plantel babazorro. «Hasta última hora no definiré el equipo. No quiero esconder nada, no me caracteriza, pero a veces a 48 horas después de jugar aparecen las molestias. Algunos terminaron muy fatigados. No hay heridos de gravedad, pero sí…». Algún tocado, cargado muscularmente. «Iniciaremos con un equipo fresco y esté al 100%», asegura. El físico le obligará a cambiar jugadores en algunos puestos, pero no la idea. Especialmente porque el entrenador albiazul dejó entrever que no pueden jugar «de otra manera».
«El equipo se blinda del primer al último minuto, no para de correr y siempre intenta jugar, con un bloque alto», describe Coudet, ahora sin reparos para declarar, a las puertas de la recta final de la Liga, que dispone de «un grupo con las mismas características técnicas». «A ver cómo lo digo...», se pensaba bien las palabras para definir la labor de sus jugadores de banquillo. «Necesitamos elevar el nivel cuando la gente entra fresca y la verdad que no lo hacemos de esa manera. No es que haya un once titular y les cueste a los cuatro que entran. Les cuesta a todos los que salen darnos el aire que nos tendrían que dar», explicó, con lo que eso supone para un equipo que juega con un «ritmo muy alto».
El preparador volvió a remarcar que echa en falta un jugador desequilibrante. «No recordarás jugadas nuestras de alguien regateando a dos y marcando. En otros equipos, sí», destaca un técnico que también echa en falta «grandes revulsivos». Una circunstancia que ya se podía atisbar a finales de enero, cuando Coudet aseguró estar «conforme con el equipo». «No coincido en que estemos cortos en los extremos», replicó.
Quizás por ello, y por todos los puntos que el Alavés ha dejado escapar en casa, el técnico quiere mirar hacia delante con una larga lista de deseos. «Me gustaría ponernos por delante en el marcador, lo que permite manejar otro escenario. Jugar con espacios es más fácil», expresa como reclamo para revertir la mala e inusual dinámica en casa. «Nunca me había pasado. Igual que lo del balón parado. No sé si hemos hecho algún gol así, y son datos importantes negativos porque son puntos… Tenemos muchos córners por jugar en el último tercio y nos cuesta convertir», formula.
Además de Kike García, pide a alguno de sus jugadores que se suba a la ola goleadora del manchego. «En todos mis equipos el delantero es el que más marca. Necesitamos acompañamiento de más goles. No repartirlos, sino hacer más», demanda el argentino, que celebra que reciben «pocas» ocasiones rivales, «la personalidad» de su equipo para «querer ser protagonista» pese a estar en descenso y la competitividad de sus jugadores. «Pocas veces hemos sido inferiores y no hemos merecido mejor suerte». Especialmente en un Mendizorroza en el que asegura que saldrá a ganar contra la Real Sociedad en uno de esos partidos al filo del abismo en los que la importancia del estilo de juego cede espacio al alma y al corazón. Al espíritu de Toni Moral.
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