El 1x1 del Alavés-Villarreal: Manu García da otro aire al ataque albiazul

De villano puntual al héroe de siempre en cuestión de minutos. Su fallo en el gol de Chukwueze, un disparo sencillo para él, metió al Villarreal en el partido, pero después negó el tanto a Trigueros y Alcácer en dos ocasiones para dejar una victoria fundamental en Mendizorroza.

Abrió el marcador y la esperanza con un gol a la salida de un córner, el tercero de la temporada en su cuenta particular. Errático en el pase largo, su principal hándicap, tiró de pundonor defensivo en un ejercicio de resistencia alavesista.

No cometió errores de bulto y es fundamental que un central no llame la atención en ese apartado. Alcácer generó problemas a la espalda de la zaga en el tramo final, pero el francés también fue clave con un oportuno corte en el área albiazul en los minutos de descuento.

Asentado en el lateral derecho por delante de Tenaglia, empieza a parecerse al carrilero intenso y regular que era antes de la lesión. Sufrió con las internadas por su banda de Pedraza primero y Chukwueze, pero salió airoso de varios duelos individuales.

Parece haber recuperado el puesto en el lateral izquierdo y el equipo agradece su intensidad e implicación. Como el rematador agradece los centros rasos y tensos que les llegan al punto de penalti, como el que el andaluz sirvió a Escalante en el segundo albiazul.

De menos a más hasta terminar dominando su zona gracias a su inmenso despliegue físico. Notable en la contención, la imprecisión con el balón es su principal lunar, aunque rozó el gol con una sutil vaselina despejada por Asenjo.

Qué importante es tener en el campo a un jugador al que no le quema el balón en los pies ni se esconda nunca en un contexto de máxima tensión. El centrocampista asturiano es un perfil diferente que da más coherencia al juego de ataque del Alavés. Segunda titularidad consecutiva.

Su desidia en algunas acciones llegó a desesperar a la afición, que le despidió con algunos pitos en el cambio. La nota discordante en una tónica general notable.

Sus llegadas al área desde la segunda línea dan aire a un Alavés al que le cuesta facturar goles. Empezó el partido discreto, pero terminó siendo fundamental de nuevo, por su cuarto tanto liguero, por sus apariciones ofensivas y por su dominio de las segundas jugadas.

Le sigue faltando frescura para desbordar a su par y generar superioridad en ataque, pero su tesón y su implicación son tales que no se le puede reprochar nada. A falta de acierto, mucha actividad y ayudas defensivas. Sacó el centro del primer gol.

Le faltó el gol (lo rozó en la segunda parte, frenado primero por Asenjo y después por Foyth), pero participó en el primero (prolongación de cabeza) y ejerció de pivote ofensivo al que sus compañeros buscan siempre.

Después de un tiempo sin protagonismo, el canterano cuenta para Julio Velázquez como extremo derecho, puesto en el que cumplió con creces, además de su compromiso con el equipo y con la grada.

Oficio para mantener el resultado en el tramo final, como sustituto de un Escalante que tenía cartulina amarilla.

Energía para los últimos minutos. Providencial en un despeje en el área en el 89.

Esfuerzo de refresco en los últimos compases del partido. Trabajo y presión en la banda izquierda.