Alavés
Mouriño abandona la concentración del Alavés y ultima su fichaje por el VillarrealEl Atlético de Madrid ejerce la opción de recompra para traspasar al central uruguayo al conjunto amarillo
El escenario ha dado un giro de 180 grados. Santiago Mouriño (Montevideo, 2002) recogió en la mañana de este miércoles sus pertenencias y abandonó la ... concentración del Alavés en Girona. No entró en los planes de Coudet para el amistoso vespertino, más que nada porque ya estaba rumbo a su nuevo destino: el Villarreal. El defensa charrúa firmará por cinco temporadas con el conjunto amarillo. Todo está a la espera de la oficialidad. Una salida que abre una importante grieta en la defensa albiazul, que nada podía hacer para frenar la marcha de un fijo para Coudet en la zaga.
El acuerdo lo desbloqueó el tercer agente implicado. Mouriño llegó la temporada pasada al Alavés procedente del Atlético de Madrid. Firmó hasta 2029 -un reflejo de la fe que tenía el Alavés en el futbolista-, pero los colchoneros se guardaron una opción de recompra de cuatro millones. La baja de Logan Costa -rotura completa del ligamento cruzado de su rodilla izquierda- despertó hace varios días el interés del 'submarino' amarillo por hacerse con los servicios del futbolista uruguayo que se mostró como un central con carácter, rápido y contundente en el corte en los 25 partidos que disputó (1.848 minutos).
El conjunto del Manzanares aprovechó este contexto para activar ese 'botón rojo', repescar a su futbolista y tomar las riendas de las negociaciones. El Atlético ultima el proceso de pago de la cláusula de recompra para, de inmediato, traspasarlo ellos por unos diez millones. Además, se reservan un porcentaje de la futura venta.
El traspaso sienta como un golpe en las mismísimas costillas: a 18 días de comenzar la competición liguera y tras culminar el 'stage' donde Coudet ha trabajado en sesiones dobles para construir un equipo a idea y semejanza. El conjunto vitoriano era consciente del interés de otros equipos, pero el paso de las semanas parecía correr a favor de su permanencia en Mendizorroza. Incluso durante toda la pretemporada Mouriño se ha ejercitado con normalidad con el resto de la plantilla, señal inequívoca de que se contaba con él.
El Alavés ahora deberá reconstruir a marchas forzadas la base del equipo. Cimentar una parcela sobre la que se sostuvo gran parte de la permanencia en el tramo final de la pasada temporada. Mouriño y Garcés levantaron un muro que parecía infranqueable. En las cinco jornadas en las que ambos compartieron el eje de la zaga -Real Sociedad, Atlético de Madrid, Athletic, Valencia y Valladolid- dejaron en cuatro duelos su portería a cero y sólo encajaron uno. Una solidez que les permitió sumar 10 puntos de 15 con los que amarraron la permanencia con un partido de margen.
Reconversión de laterales
La cuestión es que Coudet en la baraja carece de cartas defensivas. Con Maras fuera de los planes después de regresar de dos cesiones y tras las salidas de Sedlar y Abqar, además de la cesión de Pica al Mirandés, el entrenador argentino sólo tiene a Garcés como central natural. Unas carencias que suple con la polivalencia de Diarra, Tenaglia y Parada. De hecho, este último actuó ayer en el centro de la zaga junto al futbolista argentino.
De manera que el traspaso deja al Alavés en una situación compleja, con la obligación de explorar el mercado para encontrar un sustituto de garantías. En el radar se han situado los nombres de Juan Gutiérrez, un pilar en la gran campaña del Mirandés en Segunda, y Alejandro Francés, que recaló la temporada pasada en el Girona procedente del Zaragoza. No obstante, por el momento no hay nada en firme y el club trabaja por amortiguar el impacto de la salida de Mouriño.
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