Eibar 0-0 Alavés
Un Alavés más reconocible, pero falto de golLos albiazules recuperan ante el Eibar el control del juego que les ha lastrado en los anteriores amistosos de pretemporada y reafirman en el último ensayo que este año el equipo morderá más arriba al rival
Se terminaron las horas en el laboratorio táctico, los maratones físicos y las pruebas en los cinco amistosos. A partir de ahora el fuego será ... real, con el Levante (sábado, 17.00 horas) como primer rival en el campo de batallas. Un duelo que el Alavés afronta con la confianza reforzada para apretar el gatillo. En el simulacro de este sábado ante el Eibar, una especie de carta de presentación, se vio un equipo más reconocible. Ya sin la pesada 'mochila' de los entrenamientos, los albiazules demostraron que este año han afilado el colmillo para morder al rival en la presión. Pero sobre todo, Coudet ha conseguido trazar en la pizarra la fórmula para hacerse dueños del juego con rápidas triangulaciones, esa carencia que había lastrado al equipo durante la pretemporada. Faltó nuevamente el gol, esa tarea pendiente de la que depende el equipo para despegar.
El Chacho consiguió deshacer el nudo que oprimía la salida del balón dando entrada a Yusi, que había tenido menos protagonismo en los partidos de preparación. El lateral estiró tanto el equipo que incluso por momentos parecía actuar como extremo. Un movimiento intencionado en el tablero. De esta forma, Aleñá pudo ocupar una posición más centrada, sumando un integrante más a la salada de máquinas para avanzar hacia la meta rival. El cuadrado formado junto a Blanco, Guevara y Guridi dio criterio al juego, con rápidas transiciones –a veces incluso parecían jugar de memoria– que permitieron ver las primeras aproximaciones.
Esas incursiones en ataque, sin embargo, requerían de un esfuerzo extra para no mermar la zaga. «Yusi, cierra», insistió el entrenador argentino desde la banda. En la faceta defensiva también se mostró agresivo yendo fuerte al suelo, lo que casi le costó un penalti en el balón dividido con Corpas. En equipo no logró replicar este juego por la otra banda. Coudet apostó por Jonny Otto en el lateral derecho –Tenaglia actuó de central en la segunda parte– y al gallego le costó entrar en el partido. En el minuto 11 incluso negó con la cabeza varias veces después de errar de nuevo en la salida del balón y regalar una ocasión a los armeros.
Porque está claro que la premisa es salir jugando desde atrás. Y cuando se bloquea esta posibilidad, probar con el balón largo. Toni Martínez, que desgastó el verde con continuos desmarques, se mostró muy activo durante la hora que jugó. El murciano fue una especie de faro al que miró el equipo para explorar un nuevo camino. Descargó el juego o peinó la pelota para comenzar el ataque. También cayó a la banda para abrir líneas de pase y generarse su propia ocasión como el disparo en el minuto 35 desde el vértice del área que se apagó de camino a portería.
Una especie de metáfora de lo que fue el equipo en esos últimos diez minutos. Los albiazules se quedaron sin gasolina y el Eibar tomó las riendas del juego. En el minuto 37 Corpas, un cuchillo desde la banda, mandó el balón al palo. Seis minutos más tarde, Magunazelaia obligó a Sivera a emplearse a fondo para despejar un disparo. Los vitorianos reconstruyeron ese muro que la temporada pasada resultó tan exitoso. No hay fisuras.
«Juégatela, juégatela»
En la segunda mitad se vio un Alavés más vertical. La entrada de Abde por la banda izquierda aceleró el ritmo del partido desde el pitido. Apenas habían pasado tres minutos y el argelino se zafó de su marca para colgar un balón al área. Siete minutos más tarde, repitió la fórmula con el mismo resultado exitoso. Se lanzó a la aventura porque tenía también el visto bueno de Coudet. «Juégatela, juégatela», le animó. Al caño le siguió una carrera hasta línea de fondo para después colgar de nuevo el balón al área. Pero tampoco hubo suerte.
El equipo gozó de algunas ocasiones. La más clara en los compases finales del partido en los pies de Tenaglia. El de Saladillo se lanzó al suelo para rematar casi a bocajarro un centro lateral pero su disparo lo despejó Magunagoitia a córner. Los albiazules sólo han anotado tres tantos en esta pretemporada, dos de ellos ante el Castellón por Mariano. El delantero hispanodominicano trató de repetir fortuna en la media hora que jugó, pero la suerte del gol sigue siendo esquiva para un equipo que se asomó más veces que en los partidos anteriores a la meta rival. Será cuestión de insistir.
El rumbo del partido a punto estuvo de cambiar en el minuto 78. En un saque de banda, Yusi jugó con Abde, quien trató de cambiar por completo el juego hacia la banda derecha. Pero el balón se quedó corto y lo cogió Sivera en el área pequeña. El colegiado indicó cesión, dando pie a una especie de penalti en movimiento. Benavídez se estiró para despejar sobre la línea de cal el tanto que ya celebraba Javi Martínez.
Pese al empate final, los albiazules afrontan el inicio liguero con la confianza reforzada. El equipo despejó ayer las dudas generadas en los amistosos anteriores, que si bien consiguieron firmar dos victorias, el juego desplegado no aseguraba el rumbo. Ahora deberán darle continuidad y reencontrarse con el gol.
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