El Alavés se exige un paso más en su discontinua progresión
El talento colectivo e individual de la Real, tocada en su orgullo por el varapalo europeo, mide la evolución del equipo albiazul
El Deportivo Alavés de Abelardo todavía se está buscando. Está aún en ese proceso de autoconocimiento que le permita saber si es el que ganó con solvencia al Valladolid o el que se ha desplomado ante adversarios de calidad superior. Ha dado la cara en el cuerpo a cuerpo contra rivales de 'su liga', como los pucelanos o el Getafe, pero se la han partido contrarios de mayor calibre como el Sevilla, el Real Madrid o el Barcelona. Al revés de lo que ocurría con Pablo Machín. Y el calendario le presenta al 'Pitu' otro obstáculo de enorme magnitud clasificatoria. En sus primeras seis jornadas el entrenador asturiano se habrá enfrentado a cuatro de los cinco primeros. Hoy le espera la Real Sociedad (Reale Arena, 16.15 horas), quinta en la tabla, un equipo de colosal talento colectivo individual que aguarda a los albiazules revuelto en su autoestima tras el accidente europeo sufrido ante el Manchester United.
Otra exigente prueba para saber de qué pasta está hecho el Alavés de Abelardo, que ha recuperado parte del carácter extraviado por el camino, el compromiso y la implicación que apuntó Sergio Fernández, pero aún exhibe más dudas que certezas. Lo resumió bien el propio Abelardo cuando dijo que «tenemos que atacar, si solo pensamos en defender vamos a perder». Es decir, hacer más cosas que hasta la fecha. Todo empieza por la solidez defensiva, pero el plan del 'Pitu' pasa también por recuperar pronto la pelota y buscar las bandas para tratar de llegar lo más rápido posible al área contraria, donde tienen que aparecer Lucas y Joselu, las armas diferenciales del conjunto albiazul. Un fútbol vertical sin demasiados adornos. Tan sencillo y tan complicado como eso.
El técnico alavesista aún no ha dado con las teclas que le permitan interpretar a la perfección esa partitura balompédica. Ha movido piezas en el centro del campo: Pina parece fijo y ha utilizado a su lado a Manu y Battaglia, que no está tan fino como en el inicio de la temporada. Y también ha probado cosas diferentes en bandas, donde dio entrada a Córdoba en el Camp Nou –en la recámara está la baza del joven Pellistri–. Y también ha movido la defensa, aunque esa zona ha estado condicionado por las lesiones, de Laguardia primero y de Ximo Navarro después.
Ximo, disponible
El central maño ya volvió en la segunda parte de Barcelona y, a priori, regresará al eje de la zaga para formar pareja con Lejeune. El lateral granadino, ausente en el Camp Nou, ya está recuperado de su lesión muscular, disponible para el derbi, según anunció ayer el propio club, pero solo ha hecho un entrenamiento y medio con el equipo y parece difícil que entre directamente al once. Su puesto puede ser de nuevo para Martín, el recambio natural, aunque también tiene opciones Tachi, que ya actuó ahí en la segunda parte ante los culés. En la Real, además del cansancio acumulado, son baja Aritz, Zaldua y Carlos Fernández por lesión y Barrenetxea por sanción. Además, Imanol está pendiente de Isak.
«Seguimos creyendo en lo que hacemos», destaca Imanol
Imanol quiere pasar página tras el varapalo sufrido ante el Manchester United (0-4). «Después de una derrota así es importante conseguir una victoria», asume el técnico realista, que pide tranquilidad. «Seguimos creyendo en lo que hacemos. Porque por ser tan ambiciosos también llevamos año y medio en puestos europeos», subraya. Y no mira más allá del duelo de esta tarde ante el Alavés. «Luego ya pensaremos en lo que venga. Ellos han hecho buenos encuentros, pelearon muchos momentos contra Sevilla o Barcelona, ganaron al Valladolid y empataron con Getafe. Son muy competitivos, potentes en las transiciones y con un buen entrenador como es Abelardo», concluye.
