Un Alavés entre costuras

El técnico de Bergara insistió en el 4-4-2 por el que viene apostando en pretemporada, condicionado por una plantilla que aún presenta matices inciertos. Agazapado en su campo de salida, con el orden como principal arma defensiva y algunos momentos intercalados de presión alta que no dieron demasiados frutos, al margen de un error de Raúl Navas en la entrega del balón a su portero que Lucas Pérez, forzado, no llegó a aprovechar (minuto 8). Los fallos del central realista fueron el principal foco de peligro alavesista en la primera mitad.

Una idea suficiente para frenar a una Real Sociedad falta de rodaje en los primeros minutos. Pero el conjunto donostiarra, aunque no tenga ritmo, sí tiene calidad. Contra un rival de Primera, los desajustes son ocasiones. Y los errores se pagan. Una pérdida de Manu García en su campo propició la primera ocasión local, un disparo alto de Januzaj (m. 14). Y un centro desde la banda derecha mal cerrado en la contraria se convirtió en gol gracias a una extraordinaria volea con la zurda de Kevin Rodrigues, lateral zurdo 'txuri-urdin' (m. 18). Muchos huecos. El dibujo asimétrico presentado por Imanol, que jugaba con la posición de sus carrileros, Gorosabel y Rodrigues, estaba agitando la defensa alavesista.

El dominio era de la Real Sociedad, que rozó el segundo en un disparo de Barrenetxea que se coló por debajo de Pacheco y Duarte sacó en la línea de gol (m. 27). La jugada había empezado en el campo realista y acabó con el extremo delante del portero albiazul en una acción combinativa de los guipuzcoanos. Pasillo de área a área. Demasiadas facilidades. Un Alavés escaso: dadivoso en defensa y romo en ataque, sin asociación en el centro, sin profundidad en las bandas -alguna internada de Adrián Marín- y sin conexiones en punta. Pocas apariciones de Lucas y Joselu.

Del equipo en general. El cambio de banda entre Javi Muñoz y Paulino movió un poco al conjunto de Garitano, que empezó a coger algo de aire ofensivo cuando empezó a aparecer Pere Pons, en el último cuarto de hora del primer tiempo. El canterano fue de nuevo protagonista, aunque le siguen condenando algunas malas elecciones. Y Adrián Marín volvió a hacer acto de aparición en el carril izquierdo. Sin mucho peligro aún, en cualquier caso. Éste seguía correspondiendo a la Real, que pudo ampliar la ventaja al borde del descanso, en otro error defensivo albiazul, de Rubén Duarte en el despeje, que Isak aprovechó para mandar el balón al palo (m. 42).

En la segunda parte no cambió demasiado el decorado. Difícil cuando los numerosos cambios de ambos equipos restaron continuidad al duelo y sirvió de escenario para el estreno de jugadores sin minutos en pretemporada. Los Pina, Maripán, Wakaso y Aleix Vidal tuvieron su primer contacto de campo con sus compañeros. Siguió controlando la Real, mejor durante todo el partido, aunque merodeó el área el Alavés, que pudo empatar en un centro de Aleix Vidal que provocó un lío entre Llorente y Moyá (m. 59) y un disparo alto de Wakaso.

Fue el conjunto donostiarra el que tuvo la pelota, pero con excesiva autocomplacencia, fiado a la calidad de jugadores como Illarramendi, Merino, Odegaard y, sobre todo, Oyarzabal. Detalles de calidad con poco pragmatismo. Demasiada recreación para los gritos de admiración de la grada sin llegar a crear mucho peligro real sobre la portería de Pacheco, más allá de un tiro alto del eibarrés. Hasta una llegada desde atrás del noruego que rozó el segundo tanto guipuzcoano en el tramo final del encuentro (m. 82). La mejor ocasión de este período, cuando el Alavés ya estaba hecho de retales, con Fuchs como delantero, por ejemplo. Segunda derrota de la pretemporada, que debe servir para seguir marcando las balizas de la evolución y corrigiendo errores.