El Alavés alarga su repertorio ofensivo
Mucha versatilidad, perfiles diferentes y goles de segunda línea amplían el abanico de alternativas en ataque de Luis García Plaza
Asier Villalibre por Samu Omorodion: se van los 8 goles del prometedor delantero melillense y vuelve el carisma emocional del héroe del ascenso. Tomás Conechny ... por Giuliano Simeone: la versátil calidad de un argentino por la contagiosa energía de otro, cuya deseada continuidad se truncó de manera inesperada. Stoichkov por Ianis Hagi: una garantía de plata por el virtuoso que nunca llegó a encajar. Luka Romero por Álex Sola: proyección por intermitencia para desbordar por la banda derecha. Y Carlos Martín en el papel que no supo aprovechar Karrikaburu: un goleador de Segunda que busca su consagración donde el otro no llegó ni a opositar.
A expensas de lo que termine pasando con Luis Rioja y más allá de otras resoluciones secundarias como Abde, Joaquín Panichelli o Xeber Alkain (Eibar), el Deportivo Alavés ya ha culminado el intercambio de cromos en su parcela ofensiva. Competencia asegurada. Y mucha versatilidad, que amplía notablemente el abanico de variantes de Luis García Plaza en ataque, como quedó patente en el estreno liguero en Balaídos, donde la salida del extremo andaluz y Stoichkov en la segunda parte –por Conechny y Guridi– cambió la fisonomía de las acometidas albiazules para volver a poner en apuros al Celta. Sin acierto, pero con recursos variados para generar oportunidades.
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¿Tiene más gol este Alavés que el de la temporada pasada? A priori, según los números, sí. De los que se han ido solo Samu destacó en esa faceta (8). Giuliano lo tiene, aunque solo hiciera uno vestido de albiazul. Sola y Hagi no destacan en ese aspecto y Karrikaburu ni siquiera llegó a ser competencia para el melillense y Kike García en el papel de tercer delantero. El equipo albiazul ha reclutado ahora los 12 de Stoichkov en el Eibar (46 en tres temporadas con los armeros) y los 15 de Carlos Martín en el Mirandés. Son goles de plata, pero muy elocuentes. Y en las alas Conechny ha dejado claro en pretemporada que va a sumar en este aspecto (dos tantos) y Luka ya marcó tres en el medio campeonato que estuvo con el Almería en Primera la pasada temporada.
Stoichkov ofrece un perfil distinto en la mediapunta y Carlos Martín destaca por su olfato goleador
Goles de segunda línea que buscan completar el trabajo de dos 'nueves' fajadores como Kike García y Villalibre. El ariete conquense, autor del primer tanto liguero, llegó a marcar doce en la máxima categoría en las filas del Eibar, pero el curso pasado se quedó en tres con el Alavés. El Búfalo de Gernika, que en Vigo no acertó en un claro mano a mano con el portero celeste –se notó que aún le falta chispa– afronta una revalida en la elite que se le resiste. Firmó 23 con el Bilbao Athletic en Segunda B y seis en veinte partidos como albiazul en la categoría de plata, pero en Primera no ha conseguido pasar de cuatro.
Son las nuevas aristas de un ataque, a priori, más rico en argumentos. Con muchas piezas móviles. A excepción del vizcaíno, que es un 'nueve' puro, el resto se puede mover prácticamente por todo el frente de ataque. «Izquierda, derecha, medio... También he jugado como falso nueve», se presentó en Mendizorroza Conechny, que de momento parte desde el carril zurdo. En el otro empezó Luka, que asegura sentirse «cómodo» fundamentalmente como mediopunta o en la derecha. Dos extremos modernos, que juegan mucho de fuera hacia dentro, en contraste con el perfil más clásico que ofrecen Luis Rioja o Carlos Vicente, acostumbrados a vivir más cerca de la línea de cal y apurar la línea de fondo en busca del centro.
Conechny y Luka aportan una amenaza a la portería rival que no ofrecían el curso pasado Sola o Hagi
En posiciones interiores es donde más a gusto se encuentra Stoichkov. «Su polivalencia le permitirá jugar en diferentes posiciones, pero nuestro objetivo prioritario es que actúe detrás del punta», dijo Sergio Fernández en su presentación. Donde Guridi, que fue el titular en Vigo, pero con matices muy diferentes a los del azpeitiarra. Éste juega más cerca de los centrocampistas –Guevara y Blanco–; el gaditano, más pegado al delantero. Si uno da apoyos cercanos constantes, el otro tira desmarques a los espacios. En función de quién juegue, el 4-2-3-1 de Luis García se parecerá más a un 4-3-3 o a un 4-4-2.
El último en llegar, Carlos Martín, «puede jugar de 'nueve', en banda o de mediopunta». Así lo describió Luis García Plaza, que define al delantero madrileño como un «buen jugador de Primera División». Cedido por el Atlético, tiene la oportunidad de demostrarlo en Mendizorroza como lo hicieron el curso pasado Giuliano o Samu. El jugador colchonero ya se ha asomado a la máxima categoría con el conjunto rojiblanco (treinta minutos repartidos en cinco partidos), pero afronta su estreno real en la elite, con el exigente reto de refrendar las sobresalientes sensaciones que dejó la pasada temporada en Segunda con el Mirandés (quince goles y tres asistencias).
Asier Villalibre afronta una revalida realizadora en la elite que se le ha resistido en las filas del Athletic
El broche para el ataque del Alavés, en principio, salvo salida u oportunidad de mercado. Un equipo que, con las lógicas lagunas del estreno y la falta de adaptación de varias de estas piezas, ya demostró en Vigo que tiene capacidad de generar peligro. Le faltó filo en los últimos metros, pero fue protagonista en el área contraria. Especialmente en la segunda mitad, que empezó con una oportunidad de Kike. Después del empate del Celta las tuvieron claras Novoa, Stoichkov –gran acción defensiva de su marcador cuando ya había superado al portero– y Villalibre. Mimbres por pulir con tiempo y trabajo colectivo.
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