Cómo cuidar la piel ante el uso prolongado de las mascarillas

El uso de las mascarillas como protección ante el coronavirus está provocando un aumento de afecciones en la piel como la dermatitis o el acné. Ante esta nueva realidad, Jorge Soto de Delás, responsable del Servicio de Dermatología de Policlínica Gipuzkoa, presenta una serie de consejos prácticos para que la piel no se vea tan afectada.

La utilización de las mascarillas puede crear dos tipos de problemas en la piel. Por una parte, puede producir el empeoramiento de enfermedades previas como el acné, la rosácea o la dermatitis seborreica. Y en segundo lugar, a las personas que no tenían ningún tipo de problema previo en la piel, les puede producir irritaciones, roces, inflamación o dermatitis.

Según las palabras del propio doctor, este tipo de problemas o empeoramientos se pueden disminuir sensiblemente utilizando una mascarilla adecuada. «Las FFP2 protegen y evitan la difusión del virus, pero irritan mucho más la piel porque ocluyen mucho. Realmente solo las necesitan los sanitarios en determinadas ocasiones» explica Jorge Soto. Para el resto de la población, recomienda las mascarillas quirúrgicas o de tela. «La mascarilla de tela es peor que la quirúrgica -aclara-, pero si es la única que una persona puede soportar, es mejor que utilice esa a otra que teóricamente es mejor pero que causa incomodidad y se la está toqueteando constantemente».

Además de elegir una mascarilla adecuada, es recomendable exponer a diario la piel al sol durante 20-30 minutos, evitando, en la medida posible, las horas centrales del día, y utilizar una crema hidratante adecuada para cada tipo de piel. «Con esos tres consejos se pueden disminuir sensiblemente el número de problemas que produce el inevitable y obligatorio uso de las mascarillas para contener la propagación de la COVID-19» concluye el dermatólogo.