"Me quería matar y vino a por mí"
Un joven marroquí, de 24 años, resulta herido tras ser atacado por su vecino con una hoz y un cuchillo. La víctima habla de persecución, de acoso. "Este hombre está loco. Nos vigila, graba nuestras conversaciones, nos amenaza de muerte... Ya lo habíamos denunciado a la Policía, y los vecinos también saben que lo que digo es cierto"
J. F. GALÁN
Jueves, 11 de septiembre 2014, 17:21
"Me quería matar. Llevaba una hoz en una mano y un cuchillo en la otra, y no sé si me alcanzó con una, con otra o con las dos. Menos mal que la herida del pecho no es demasiado profunda. Está muy cerca del corazón". Mohamed Chentous, el joven marroquí de 24 años, que anteayer fue agredido por su vecino, Ceferino Daniel Álvarez, de 54, fue dado ayer de alta en el Hospital Central Universitario de Asturias, en Oviedo. Tiene un extenso vendaje en el pecho, otro en el brazo izquierdo y el miedo metido en el cuerpo.
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La víctima habla de persecución, de acoso. "Este hombre está loco. Nos vigila, graba nuestras conversaciones, nos amenaza de muerte, también a la niña. Ya lo habíamos denunciado a la Policía, y los vecinos también saben que lo que digo es cierto".
Sostiene que todo empezó hace dos años, apenas unos días después de que el joven y su familia se instalasen en la segunda planta del edificio en el que viven. Antes pasaban las noches en una chabola y "conseguimos esta casa por una renta baja, 80 euros al mes. Estábamos muy contentos de tener un techo".
Pero todo se chafó una semana después, cuando Ceferino Daniel Álvarez se instaló en la de abajo, que se inunda cada vez que desborda el río Raíces. El desencuentro comenzó una noche. "Eran más de las doce y seguía dando martillazos. Entonces bajé a pedirle que parase, y, a partir de ese día llegaron las amenazas. Comenzó a meterse conmigo, con mi mujer y con mi hija, un día sí y al otro más aún. Decía que iba a matar al moro e insultaba a mi mujer. Decía que le molestamos, que hacemos ruido, pero no es cierto. El que hace ruido es él, sobre todo de noche", afirma.
"Me defendí con un un paragüero"
"Temo que vuelva a por nosotros", manifestó ayer, ya de nuevo en su domicilio, en Raíces Viejo. La agresión se perpetró en la escalera, y Ceferino Daniel Álvarez fue detenido allí mismo. Ayer permanecía en los calabozos de la Guardia Civil y posteriormente ingresó en la prisión de Villabona.
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"Yo estaba en la ventana y él comenzó a tirarme piedras. Entonces dejé a la hija en casa y salí a la escalera", en el exterior del inmueble. Nada más abrir la puerta "vi que venía con el cuchillo y la hoz, dando voces. Creo que decía que me iba a hacer un garabato en el cuello y se abalanzó sobre mí", relata Mohamed.
El joven se defendió con lo que tenía a mano, el paragüero. A partir de ahí sus recuerdos son confusos. "Creo que esquivé varios golpes y que después cogí un palo. No sé muy bien cuándo me alcanzó ni con qué, pero me di cuenta de que sangraba mucho por el pecho y también por la mano izquierda", recuerda.
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Según su relato, la sangre no frenó al agresor. "Conseguí escabullirme, y me quité los pantalones para tapar la herida del pecho y empecé a tirarle piedras, pero seguía. Me iba a matar", recalca. También asegura que el vecino de la planta baja siguió en su empeño "hasta que llegó la Guardia Civil y lo detuvo. Creo que les llamó un señor que pasaba por la calle, o quizá fui yo, no lo sé. A mí me atendieron, sentando en el borde de la carretera, hasta que llegó la ambulancia y me llevaron al hospital, primero al de Avilés y después al de Oviedo". Una segunda ambulancia trasladó unas dos horas después al agresor al cercano centro de salud, a escasos doscientos metros del inmueble, y posteriormente acabó en los calabozos, donde a última hora de ayer seguía recluido.
Ahora, Mohamed y su familia buscan piso. "No sabemos cuándo, pero estamos seguros de que va a volver a por nosotros, y no podemos quedarnos a esperar, no podemos seguir así". "Queremos alquilar un piso en Avilés, uno barato, porque somos pobres. Pero nunca nos hemos metido con nadie, ni aquí ni en ningún lado. Somos gente muy tranquila que solo quiere vivir en paz", concluye.
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